quinta-feira, 12 de janeiro de 2012

El titanic financiero-inmobiliario español




Las ocupaciones de viviendas: creando riqueza frente a la e strategia de expolio financiero del Banco Malo de Rajoy

Hasta el 2008, año de inicio de la crisis, a la salida de cada Encuesta de la Situación Financiera de las Familias-SFF (1) el entonces Ministro de Hacienda, Pedro Solbes aseguraba que las familias españolas no debían tener miedo. Decía que la sólida posición de sus activos inmobiliarios eran colchón suficiente ante “un aterrizaje suave”de la economía y de la construcción (2). Tras cuatro años de crisis nadie ni Pedro Solbes, ahora consejero de Endesa y Barclays, se atreve ni a citar dicha encuesta. Desde que en el 2007 el parque inmobiliario español alcanzó los 6 billones de euros, su máximo histórico a precios de mercado, su valor no ha parado de menguar afectado por la depresión de la construcción y de las ventas pero sobre todo por la acelerada caída de los salarios(3). Pero nuestra burbuja de bienes raíces más grande del mundo sigue hinchada pues ni los alquileres ni los precios de venta han caído en correspondencia a los recortes generalizados de las rentas de los trabajadores del país (deflación). El hecho que el mercado inmobiliario español no haya tenido una debacle siquiera parecida a países como EE.UU o Irlanda tiene una sencilla explicación. Los precios inmobiliarios o del suelo urbanizable están determinados por las viviendas en venta y en alquiler y no por todo el parque habitacional. Como que los bienes raíces no se mueven quién controle la mayoría de viviendas vacías habitables, principalmente en núcleos urbanos, puede determinar el valor inmobiliario del total del parque controlando una oferta desmesurada sobre una demanda cada vez más exigua e insolvente que bate récords de caída mes tras mes.
Desde que se inició la crisis es lo que llevan haciendo las entidades financieras, con el apoyo del Banco de España y la mayoría del Congreso, apoyando una legislación y una justicia que siempre les beneficia, lo que hemos convenido en llamar el lobby financiero-constructor. La Banca ejerce de facto el control de la política de vivienda en este país por su posición de dominio absoluto sobre millones de hipotecas, el euribor, la posible aceptación de la dación y en el hecho que posee más de millón y medio de viviendas vacías entre pisos nuevos y de segunda mano entre la cartera de sus inmobiliarias y los embargos hipotecarios realizados sobre todo desde el 2007.
Todo y con una desmesurada sobreoferta inmobiliaria, la capacidad heredada del franquismo de control de precios que posee la banca española no se limita sólo a eso. También tiene un control del número de viviendas a la venta (su principal stock son las nuevas). Por eso las viviendas de segunda mano, mercado donde intervienen otros actores, ha caído mucho más que el otro. En Barcelona, por ejemplo, hay poco más de 1.100 viviendas ofertadas en sus portales inmobiliarios cuando sólo los desahucios en la capital multiplican esa cifra (4). También los tentáculos de control del sistema financiero llegan hasta las inmobiliarias, las aseguradoras, las tasadoras, los API y los colegios de notarios que es donde finalmente hay los acuerdos de compra-venta o alquiler. Los escándalos en toda esa pirámide surgen por doquier entre comisiones abusivas o ilegales, una laxitud fenomenal de la justicia y un periodismo económico totalmente sumiso a ese entramado, eje económico del país. O acatas o no sales en la foto. Toda una maquinaria de embaucadores profesionales que se puso en funcionamiento durante decenios certificando a generaciones enteras la sólida inversión que hacían sobre su vivienda. Un exitazo que convirtió a nuestro país en el sueño inmobiliario neoliberal de Bush con un 90% de propiedad sobre la vivienda.

Los datos indican que la debacle inmobiliaria está solo en “el inicio del inicio”

Un reciente viaje a una importante capital de comarca aragonesa mostraba el titular. Un centro histórico plagado de locales vacíos, decenas de edificios abandonados o en semirruina despreciando la rehabilitación y al tiempo centenares de pisos y adosados vacíos en un extrarradio donde sucumbieron huertos centenarios y un juzgado ampliado ante la avalancha de daciones y desahucios. Media población supera los 55 años. Muchos nietos heredaran pisos vacíos que nadie podrá usar (un pesado lastre de gastos a largo plazo).
Los datos del titanic inmobiliario español empiezan cuando desde el año 2000 se construyen en España 6 millones de viviendas alcanzando la cifra de 26 millones para un país de 47 millones de habitantes con una cifra de hogares que llega a los 17 millones (por lo que 9 millones de viviendas no son primera residencia). La burbuja también engordó con 9 millones de compraventas y la locura de 11 millones de hipotecas constituidas desde entonces. Hoy el pasivo hipotecario alcanza el billón de euros, igual que el PIB español, que se distribuye entre 700.000 millones entre familias y unos 375.000 millones de crédito promotor y a suelo. Estamos hablando del principal de la deuda sin contar los intereses indexados a un EURIBOR variable (5).
Un entramado que movió el 35% del PIB si se cuentan las industrias auxiliares, servicios financieros y de seguros y el influjo que causaba la construcción sobre el conjunto de la economía. Durante el último decenio el stock acumulado de 9 millones de viviendas infrautilizadas o vacías no sólo no ha disminuido sino que se mantiene. De esos 9 millones casi 5 millones son segundas residencias que se han convertido en una pesada losa (de la que muchos querrían deshacerse) y que han llenado de cemento los mejores parajes de nuestros montes y costas. Ese grado de urbanización es histórico y a un despilfarro social, territorial y ecológicamente insostenible(6). Por último, los 4 millones de viviendas vacías continuaran creciendo al ritmo de los desahucios, de la extinción de hogares por desaparición pero también por la disminución de nuevos hogares.
Desde el 2009 la caída de la tasa de formación de nuevos hogares como la salida de inmigrantes y la emigración de la juventud plantean para el futuro una estructura demográfica de pirámide invertida y las pocas nuevas unidades familiares que se formaran siquiera podrán alquilar por falta de solvencia ante un paro desmesurado, las dificultades de una vivienda que se lleva más del 50% de salarios menguantes y la ausencia de políticas públicas de apoyo a la mujer trabajadora y jóvenes harán el resto. Ni los estudios demográficos más optimistas (150.000 viviendas/año) dan credibilidad a las necesidades de nuevas viviendas que mantiene el lobby financiero-constructor (de 200 a 250.000) (7).
Hay que entender que este modelo de crecimiento fue y es una opción política como acaba de demostrar Rajoy apostando de nuevo por enterrar millones de euros en el ladrillo. Heredamos de la Transición ese sistema económico fascista que prima la propiedad inmobiliaria y financiera. El largo abolengo franquista que destaca en el lobby de las finanzas, infraestructuras y del ladrillo ha unido sus destinos desde el IBEX-35 a la mafia financiera europea e internacional de “la deuda infinita” apostando por un sector inmobiliario desmesurado al que le viene de perillas unas infraestructuras faraónicas y un sector turístico fundamental unido a los fogones de los mejores cocineros. Y no podemos dejar de destacar la enorme corrupción y la bolsa de dinero negro y fraude fiscal que mueve ese segmento de nuestra economía. Aunque sedujo al ciudadano medio sólo los grandes actores económicos han sacado tajada de este modelo que sabían era temporalmente caduco.
Un modelo tan posible como el alemán que apostó por una economía más robusta porqué es más industrial. Tiene una proporción mayor de economía real que financiera e inmobiliaria. Pero también tiene menores costes porque no realizó una inversión financiera desproporcionada como España en bienes raíces. En Alemania una familia invierte sólo el 20 o 30% del presupuesto familiar en la vivienda que es mucho más barata porque la vivienda pública y el régimen cooperativo siempre primaron sobre la propiedad. España supera a Alemania porque aquí el pago de la vivienda puede superar el 60% de la renta familiar disponible. Cuando nuestra asociación “500x20” reivindica 500 pisos de alquiler público en cada barrio al 20% de la renta familiar nos acercamos a la media europea. (8)

La legislación sobre vivienda siempre ha tenido un sesgo totalmente clasista

Cuando a partir del 2007 todo este castillo de naipes se vino abajo los hipotecados y los inquilinos que de buena fe no han podido hacer frente a los recibos lejos de recibir apoyo de las Administraciones se les ha negado la dación hipotecaria, la supresión de las clausulas suelo y las comisiones abusivas de las notarias y los inquilinos han recibido una bofetada con el desahucio express y la agilización de la Ley de Enjuiciamiento Civil (LEC). En cambio la crisis bancaria del 2008 se solventó con apoyos y avales de Zapatero por valor de 50.000 millones (5% del PIB) y de otros 50.000 millones del Plan de Vivienda del 2009 para salvar a las inmobiliarias. Encima de los políticos escuchábamos y aún dicen que todo se hace para que ese dinero llegue a través del crédito a las empresas y las familias puedan acceder a la vivienda. Son palabras huecas pues no es un problema de liquidez sino de insolvencia por empobrecimiento salarial y paro estructural.
También los partidos del régimen legislaron la nueva Ley concursal para que las constructoras quebradas pudieran entregar a la Banca en sucesivas daciones en pago esa cifra cercana a 378.000 millones de euros de bienes inmobiliarios y de suelo de los que casi 200.000 millones serían de muy difícil venta. Dentro de estos hay entre 30 a 50.000 millones en suelo invendible hoy por hoy, o sea, valor contable cero (9). Pero los regalos de Zapatero, Rajoy y Miguel Angel Ordóñez (presidente del Banco de España) han ido mucho más lejos. En cuanto la crisis se agudizó los bancos, convertidos en la principal inmobiliaria del país, recibieron nuevos préstamos y avales del Gobierno a través del FROB y del BCE (10). También el Banco de España ha echado un capote modificando las normas sobre provisiones en inmuebles y suelo de manera que las daciones en pago no les supongan grandes pérdidas en los balances bancarios. Con ello conseguían “el tuneado” de cuentas para cuadrar los balances evitando la bancarrota de más promotoras y bancos pero generalizaron la desconfianza internacional sobre el sistema financiero español.
Pero la vista gorda a la Banca va más allá. No pagan el IVA superreducido (4%) para las fincas y edificios embargados a las constructoras ni el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales cuando se quedan con los pisos de las familias. De hecho, después de las subastas los activos inmobiliarios se quedan en el limbo legal lo que también les permite eludir el pago del IBI, los gastos de escalera, basura, el mínimo de contadores, etc...(11) . ¿ Alguien ve a la Banca pagando impuestos por los 378.000 millones de propiedades adquiridas a las quebradas constructoras y a los desahuciados? Bueno la Iglesia también está exenta de pagar el IBI y el IRPF de sus propiedades inmobiliarias.
La larga lista de favores de la política a la Banca continúa con la creación de la Sociedad Pública de Alquiler-SPA- que paga con dinero público la administración y seguros de impago de los pisos cedidos por los fondos de inversión inmobiliaria y devuelve las rentas de alquiler obtenidas(en 3 años perdió 21 millones de euros), como también la creación de las SOCIMI (Sociedades de Inversión Inmobiliaria) que son un chollo fiscal para esos fondos de inversión. O acercando el precio de la VPO o el alquiler social a los del mercado para evitar su caída (12). Y acabamos esta larga lista con el ex-ministro Blanco que hizo en mayo del 2011 un fallido “roadshow” por Europa para vender los pisos de la banca a los fondos de inversión internacionales que huyeron despavoridos del ladrillo español. Por cierto el viaje, presentaciones y comidas a los ilustres especuladores fue con cargo al Ministerio de Fomento.

El Banco Malo de Rajoy: todos queremos participar de los descuentos hipotecarios

Precisamente los intentos internacionales fallidos de la Banca por sacudirse el ladrillo de sus balances se confirmaron en 18 de octubre del 2011 cuando nada menos que el Santander retiró una venta con valor contable de 3000 millones en suelo y inmuebles nuevos con descuentos del 40%. La presentación de la venta la hizo en septiembre el vicepresidente del Santander, ante un nutrido grupo de especuladores en la City londinense, que acabaron pidiendo descuentos de hasta el 70% (13). Todo el lobby del ladrillo, Zapatero y el Banco de España, enfadados por la operación, respiraron tranquilos pues esta hubiera supuesto la generalización con descuento de todo el stock inmobiliario del país.
La fallida operación del Santander ha acabado creando un consenso para tomar una nueva dirección: la de la “patada adelante”. Los bancos potenciaran sus divisiones inmobiliarias con la idea de vender sus propios pisos sobre todo los nuevos a estrenar. Esperando que escampe, la idea del “Banco malo” va tomando cuerpo y para empezar el Gobierno de Rajoy endosará el suelo invendible al Erario Público. La idea es que un patatal convertido a parcela urbana por la Ley de Aznar pase ahora a un Banco Malo, con financiación de los sufridos ciudadanos que pagaran por suelo urbano lo que los fondos especulativos valoran ya a precio de lo que era: un patatal (14) .
Esta partida la juegan la Banca española y europea, el BCE, los fondos especulativos, la City y Wall Street haciéndose trampas y con las cartas marcadas. También Rajoy con un “si señor” certificando la sumisión de la política a los mercados y finalmente la sociedad española que acude perpleja a un nuevo fraude financiero masivo que pagaran a través de sus representantes políticos elegidos.
Pero hay división de opiniones. Anton Gasol, doctor en Economía, lo pone blanco sobre negro en La Vanguardia:: Banco malo sí, pero siempre con la salvaguarda que primero pagaremos por el nuevo precepto constitucional los intereses y principal de la Deuda española...y luego se montaría el Banco Malo con un descuento del 50% del valor en libros que asumiría el banco y el resto un 25% seria aportación pública y otro 25% deuda avalada por el Estado (15) . Ese 50% público son 88.000 millones de euros. Hablamos del 8% del PIB, hablamos de 3 veces el recorte de Zapatero y Rajoy juntos. Esta opción de las banco-cajas presenta el grave inconveniente de como explicarlo a la opinión pública.
Por contra, los grandes bancos y el ministro de Economía, Luis de Guindos, prefieren enmascarar los descuentos en varios años, estrangulando a los pequeños para después comprarlos a precio de saldo con ayudas del FROB, de manera, que los activos tóxicos los pagaremos igual pero enmascarados como una compra. Como hace el Sabadell con la CAM, en donde el Estado asume todas las minusvalías durante 10 años. El experto Garcia Montalvo señala que esta opción sino acaba de funcionar podría desembocar en una caída alocada y de golpe de los precios. Y ojo a la concentración bancaria brutal que supone.

Menganito también quiere descuento del 50% en el principal de su deuda hipotecaria.

Antes explicábamos como en este juego el valor de venta de los activos tóxicos inmobiliarios determinaran la suerte del valor inmobiliario de los 17 millones de hogares españoles. Claro que Menganito que compro su piso en el 2004 no sabe que su piso vale tan poco hasta que lo oferte en ese “mercado”. Pero lo saben los miles de desahuciados hipotecarios que ven como sus pisos pierden de una tacada casi la mitad de su valor más las costas y los intereses devengados que lanzaron a la hucha del banco durante años. En otras palabras una buena parte de los 11 millones de hipotecas valen hoy más que el valor de “mercado” del activo inmobiliario.
¿Qué razón moral o económica impide aceptar descuentos del 40 o 50% del principal a los hogares de este país y por contra aceptarlas para los bancos o fondos especulativos españoles o internacionales?
Dicho de otra manera: ¿Por qué razón el Estado no compra directamente los pisos devaluados a cambio de las ayudas y avales a la banca para crear el deseado parque público de vivienda que las organizaciones que luchan por el derecho a la vivienda venimos pidiendo?
Los mercados están esperando que la banca española con la aquiescencia de Rajoy descuente del valor de sus inmuebles la rebaja deflacionaria general de salarios que está provocando esta crisis, porque sino serán invendibles en muchos años. Si la media europea para acceder a un piso “de propiedad” es de 4 veces el salario anual, aquí es todavía 7 veces. Para que el coste fuera semejante al europeo, o sea, 4 veces el salario anual medio actual, deberíamos bajar a los precios de 1997.
Antes las élites económicas medían el coste de la vida por el precio del pan hoy lo hacen por el sobrecoste de acceso a la vivienda Si los grandes poderes económicos y financieros del país consiguen reducir salarios sin bajar el precio de acceso a la vivienda el grado de explotación de las clases populares aumentará de manera espectacular. Y para eso está la Ley de Arrendamientos Urbanos y el desahucio express pero sobre todo Ley Hipotecaria española, que es un Estado de Excepción, que mantiene atrapados en una deuda injusta a millones de hipotecados que no participa de la fiesta de “las grandes rebajas del sector de la construcción”.que ya empezaron.
Hasta que punto hoy los hogares hipotecados no tienen derecho a exigir que los descuentos inmobiliarios que la misma banca aplica no se trasladen por la vía de la reducción del principal o de los intereses a sus hipotecas ¿Con que derecho la Banca puede pedir intereses usureros cuando recibe préstamos del BCE al 1% usando las mismas hipotecas de los ciudadanos sobreendeudados? Modestamente emplazamos a economistas, juristas y abogados a elaborar sobre este particular pues mucho tiene que ver con las odiosas e injustas deudas impagables e infinitas.

Las ocupaciones de viviendas: creando riqueza frente al expolio financiero

Este artículo no quiere desarrollar nuestras propuestas programáticas sobre vivienda, bien explicadas en otros documentos, contra las políticas socialmente regresivas. Estas líneas quieren armar con un buen argumentario a los ciudadanos para que puedan defenderse del empobrecimiento que supone una vivienda excesivamente cara. Se debe responder con propuestas al más de medio millón de hogares que no reciben ningún recurso y al hecho que el 65% de los hogares no son siquiera mileuristas. Miles de familias no llegan a final de mes porque la vivienda les supone más del 60% de los gastos familiares. Muchas han aceptado vivir en habitaciones caras para poder comer o conviven con familiares sufriendo sobreocupación. Nuestros jóvenes no pueden tener una vida independiente porque el lobby financiero-constructor nos ha impuesto una sobretasa por vivir en una vivienda.
Condición necesaria de este sobreprecio, es que aquellos que no puedan satisfacerlo han de convertirse en “sin techo”; pues si se les facilitase por cualquier modo algún tipo de vivienda social no existiría la imperiosa necesidad de pagar un precio abusivo por la vivienda ya que siempre quedaría como recurso la vivienda pública. Esta es la razón por la que no existe vivienda social más que de modo testimonial. Los sin techo realizan en el mercado de la vivienda la misma función que los parados en el mercado laboral: recordar a los que quieren acceder a una vivienda han de pagar un sobreprecio si no quieren que se cumpla la amenaza de convertirse en apestados sociales. (16)
Las élites financieras han llevado a tal extremo la sobretasa que hacen pagar por la seguridad jurídica de vivir en una vivienda legal comprada o alquilada que mucha gente se plantea y se planteará sino es preferible ocupar una vivienda antes que vivir en penuria económica y sin futuro.
Cada hogar que recupera una vivienda vacía se ahorra la sobretasa por lo que su renta se convierte en un salario social que se retrotrae del circuito financiero virtual para trasladarlo a la economía real del consumo básico de la población.
Por eso, l as ocupaciones de viviendas al crear riqueza frente a la estrategia de expolio financiero del Banco Malo de Rajoy son como una especie de Robin Hood de los pobres. También el incremento de población aumenta la actividad comercial y la animación del espacio urbano que por algo se considera público. Y no sólo eso también ayudan a una economía sostenible al reciclar recursos evitando el despilfarro ecológico insostenible que ha caracterizado al sector de la construcción.

Miles de alquileres a 50, 80 o 100 euros o las ocupaciones de viviendas de la Banca

Las ocupaciones políticas de edificios vacíos de la banca o grandes inmobiliarias, realizados por los movimientos sociales como el 15-M o las entidades que luchan por el derecho a la vivienda, en distintos puntos del territorio en los últimos meses indican un necesario camino de denuncia pública a pesar de que los desalojos judiciales han puesto a la maquinaria del Estado a defender la propiedad privada contra el uso social de la vivienda. Pero también las ocupaciones silenciosas que muchas familias están realizando en los millones de pisos vacíos son el indicativo que no quieren renunciar a un derecho que es universal. Las organizaciones sociales y la izquierda deben defender ese derecho con la solidaridad pero elaborando un discurso compartido que haga crecer una nueva mayoría social entorno a medidas progresistas en la vivienda. Tocamos el núcleo duro de las élites de este país. La lucha lo merece.
Una ley sobre la dación hipotecaria retroactiva permitiría liberar la deuda de millones de familias y endosarla a la banca. Conocemos un caso en Catalunya de una dación en pago en que la familia antes de quedarse en la calle ha optado a reocupar el que era su piso. La posible ILP que preparan las PAH de todo el estado pueden ser una buena herramienta de movilización contra la usura bancaria. Aunque luego haya que dar cobijo a esa gente eso es otra discusión para después.
También miles de familias han sido desahuciadas o están a punto de serlo por la hipócrita política de las llamadas “viviendas sociales“ que tienen unos alquileres abusivos, sólo ligeramente inferiores a los del mercado libre, con el objetivo deliberado de evitar el hundimiento del mercado libre de alquiler. Muchas de estas familias deberán optar por quedarse en la calle o imitar las ocupaciones silenciosas. Algunos Ayuntamientos que han aprobado mociones contra los desahucios están siendo demasiado cautos con la banca y lentos en medidas, por lo que las ocupaciones de pisos vacíos por familias les obligaran a responder con más celeridad.
A cada moción de los Ayuntamientos contra los desahucios debe acompañarse otra que exija alquileres sociales a 50, 80 i 100 euros para las familias con ingresos inferiores a 1000 euros/mes. Como no se trata del todo gratis, esos precios populares y las ayudas pertinentes a los más necesitados permitirían legalizar las ocupaciones por estado de necesidad.
Finalmente queremos señalar que en los barrios populares de nuestras ciudades hay centenares de pisos vacíos, propiedad ahora de los bancos, que en muchos años no serán vendidos porqué los ciudadanos que el banquero considera solventes no los compraran. Muchos inmigrantes fueron estafados vendiéndoles esos pisos sobrevalorados. Directores de banco, tasadores, APIs y notarios (incluso ciudadanos simples) participaron del engaño de gente sin nuestra cultura financiera e inmobiliaria. Sino se remedia eso, la degradación de las fincas y la penuria de los barrios y los comercios se agravará si continuamos permitiendo que los bancos las mantengan vacías o vía desahucios continúen vaciando nuestros barrios porque la gente no puede pagar precios abusivos por la vivienda. (17) Esto tiene nombre y adjetivos: usura de la banca, deudas ilegítimas y represión del derecho a la vivienda en este país.

Salva TORRES
2012-01-06
Miembro de la Asociación “500x20” y prouespeculació.org

el documento completo aquí:
http://prouespeculacio.org/wp-content/uploads/2012/01/El-titanic-financiero-inmobiliario-español-en-la-encrucijada.pdf
Notas
1.- Encuesta Financiera de las Familias – SFF. Publicada desde el 2002 por el Banco de España. Parece han dejado de publicarla desde el 2008.
2.- Tromba de declaraciones tras el primer susto en Bolsa de las constructoras … para recordar !!
3.- El 65% de los salarios son inferiores a 19000 euros brutos anuales. Más de medio millón de familias no tienen ningún ingreso. Elconfidencial.com.
4.- Barcelona: 1088 pisos embargados por los banqueros en venta.
5.-. Todos los datos citados están bien documentados en estos dos artículos publicados en prouespeculacio.orgVivienda en propiedad agujero negro nacional ” y “ De la dación hipotecaria al parque público de alquiler
6.- La vivienda vacía en España: un despilfarro social y territorial insostenible , Julio Vinuesa
7.- Borja Mateu, celebre por sus cifras y su libro, da la cifra de 5 millones de viviendas vacías. FOTOCASA.COM
8.- http://500x20.blogspot.com/ y http://prouespeculacio.org/ .
9.- El problema inmobiliario en la banca podría necesitar fondos europeos. publico.publico.es
10.- Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria. frob.es
11.- ¿ a quién beneficia el iva superreducido? ¿a la banca, a los promotores o a los particulares? Idealista.com
12.- El Conseller de Vivienda Francesc Baltasar de ICV aumentó un 65% los alquileres públicos a los más pobres en 2008 y 2010. Igualmente la política en la VPO de venta que representa el 98% de la vivienda pública en el 2010 había pisos más caros que de venta libre. En el caso del alquiler protegido de régimen especial para las familias más pobres pasó de 3'6 a 6'4 más caro que en Berlín (6'2 en 2011), donde el 87% de la población vive de alquiler >>prouespeculacio.org>>
13.- Miedo en el mercado inmobiliario por el precio al que santander podría cerrar su liquidación de inmuebles . idealista.com. También en “ La liquidación de inmuebles del Santander anticipa a unos "horribiles 2012 y 2013 “en diariofinanciero.com.
14.- Habrá banco malo, pero solo para suelo y con ayudas de Bruselas. 5dias.com, diario económico
15.- Conchi Lafraya , ¿Cuánto valen los pisos? en lavanguardia.com
15.- Anton Gasol, banco malo si pero... en lavanguardia.com
16.- José Angel Gallegos. El beneficio social de la ocupación de viviendas. prouespeculacio.org
17.- Miles de viviendas 'invendibles' no encuentran comprador en España, cotizalia.com
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

El plan de Estados Unidos para desestabilizar Sudán




Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernánde

Mientras Sudán del Sur implosiona en una creciente locura masiva de violencia étnica y una vez más decenas de miles de seres humanos se ven forzados a escapar para poner a salvo sus vidas, las señales de advertencia apuntan todas ellas a que el plan estadounidense para desestabilizar Sudán ha comenzado a dar sus frutos.
Para empezar, EEUU es quien está pagando los salarios del Ejército Popular de Liberación de Sudán (SPLA, por sus siglas en inglés, el ejército nacional de Sudán del Sur), habiendo ya desembolsado alrededor de 100 millones de dólares solo en 2011. ¿Es un país realmente independiente cuando una potencia extranjera paga los salarios de su ejército? ¿A las órdenes de quién está realmente ese ejército?
En la actualidad, miles de “cascos azules” de la ONU están fluyendo hacia Sudán del Sur. Esos “mantenedores de la paz” provienen casi en su totalidad de la vecina Etiopía y forman parte del ejército etíope, el mismo que está perpetrando un genocidio/contrainsurgencia en el Ogadén, en el sureste de Etiopía.
Es el mismo ejército etíope que ha invadido repetidamente Somalia actuando bajo las órdenes de EEUU. El mismo que seis años antes invadió Eritrea. “Mantenedores de la paz” se les llama...
Los salarios de esos “mantenedores de la paz” etíopes, con todos los gastos que actualmente conllevan, están pagados por el Tío Sam.
Así pues, tenemos que tanto el ejército de Sudán del Sur, el SPLA, como los “mantenedores de la paz” etíopes están pagados por EEUU. Con amigos como esos, ¿se extraña alguien de que Sudán del Sur esté desintegrándose?
Y ahora nos enteramos de que el régimen de Obama, el actual ocupante de la Casa Blanca en EEUU, está planeando “vender” armamento avanzado al SPLA. Mientras, cada día, cientos de niños mueren en Sudán del Sur a causa de la carencia de agua potable, alimentos, refugio y atención sanitaria, pero como la respuesta estadounidense es proporcionar bombarderos y aviones de combate, lo mejor que vamos a acabar viendo es que los sudaneses se matan entre ellos.
Todo esto tiene mucho que ver con los campos petrolíferos sudaneses en la región de Abeye, justo en la frontera entre Sudán y Sudán del Sur. Los campos petrolíferos sudaneses son los únicos en África que están en su mayoría bajo el control y propiedad de China.
Se supone que el plan de “EEUU/ONU” hará que veamos hasta 10.000 soldados etíopes, bajo la tapadera de un mandato de “mantenimiento de la paz” de las Naciones Unidas, ocupando las estaciones de servicio existentes alrededor de los campos petrolíferos de Abeye, el mejor de los planes posibles para pasar a controlar ese petróleo algún día.
Etiopía es el valedor local de EEUU, su poli/gendarme en África Oriental y ¿dónde desplegar mejor sus servicios que alrededor del único campo petrolífero bajo propiedad y control chino en la región sudanesa de Abeye?
Así, EEUU podría matar dos pájaros de un tiro desestabilizando Sudán del Sur.
En primer lugar, al ayudar a instigar una serie de baños de sangre étnicos en Sudán del Sur, puede provocar un estallido de enfrentamientos entre Sudán y Sudán del Sur bajo la cobertura de los cuales se atacarían, dañando, los campos petrolíferos de Abeye y el muy vulnerable oleoducto Abeye-Port Sudán.
Esto pondría eficazmente fin al proyecto de desarrollo energético más importante de China en África.
En segundo lugar, al cortar el suministro de petróleo de Sudán, EEUU podría presionar enormemente al gobierno sudanés dirigido por el presidente Omar Al-Bashir.
Si Al-Bashir se queda sin sus ingresos provenientes del petróleo, le será muy difícil mantener el nivel de vida al que gran parte de su pueblo espera acceder y esto podría desestabilizar gravemente su gobierno.
A mediados de 2011 se supo que EEUU había comunicado a determinadas autoridades de Sudán del Sur que no necesitaban el dinero del petróleo para sobrevivir, que podían acudir a la ayuda occidental. ¿Un anticipo de lo que está por llegar?
Suceda o no todo eso, lo único claro que el mundo puede ver es que la independencia del Sudán del Sur, que tanto ha apoyado Occidente, está convirtiéndose en una pesadilla para los pueblos de la región. Nada sorprendente cuando uno averigua quién está actualmente financiando, y armando, al ejército del país.
Lo único que cabe esperar de EEUU en Sudán del Sur es una continuada política de “gestión de la crisis”; para ello, primero se auspicia una crisis y después se administra lo mejor posible el asesinato y el caos a fin de explotar las riquezas de la tierra o, en última instancia, si no quedara más remedio, negárselas a tu enemigo.
Y quizá, durante el proceso, veamos incluso el final del gobierno sudanés del presidente Omar Al-Bashir, el mismo que Occidente no ha dejado de difamar.
Thomas C. Mountain es el único periodista occidental independiente en el Cuerno de África. Vive e informa desde Eritrea desde 2006. Puede contactarse con él en: thomascmountain@yahoo.com
Fuente: http://www.counterpunch.org/2012/01/10/the-us-plan-to-destabilize-sudan/

Los “desaparecidos” del imperio - Atilio A. Boron





Un artículo reciente firmado por John Tirman, director del Centro de Estudios Internacionales del Massachusetts Institute of Technology (MIT) y publicado en el Washington Post, plantea con crudeza una reflexión sobre un aspecto poco estudiado de las políticas de agresión del imperialismo: la indiferencia de la Casa Blanca y de la opinión pública en relación a las víctimas de las guerras que Estados Unidos libra en el exterior.1 Como académico “bienpensante” se abstiene de utilizar la categoría “imperialismo” como clave interpretativa de la política exterior de su país; su análisis, en cambio, revela a los gritos la necesidad de apelar a ese concepto y a la teoría que le otorga sentido. Tirman expresa en su nota la preocupación que le suscita, en cuanto ciudadano que cree en la democracia y los derechos humanos, la incoherencia en que incurrió Barack Obama –no olvidemos, un Premio Nóbel de la Paz- cuando en su discurso pronunciado en Fort Bragg (14 de Diciembre de 2011) para rendir homenaje a los integrantes de las fuerzas armadas que perdieron la vida en la guerra de Irak (unos 4.500, aproximadamente) no dijo ni una sola palabra de las víctimas civiles y militares iraquíes que murieron a causa de la agresión norteamericana. Agresión, conviene recordarlo, que no tuvo nada que ver con la existencia de “armas de destrucción masiva” en Irak o con la inverosímil complicidad del antiguo aliado de Washington, Saddam Hussein, con las fechorías que supuestamente cometía otro de sus aliados, Osama Bin Laden. El objetivo excluyente de esa guerra, como la que amenaza iniciar en contra de Irán, fue apoderarse del petróleo iraquí y establecer un control territorial directo sobre esa estratégica zona para el momento en que el aprovisionamiento del crudo deba hacerse confiando en la eficacia disuasiva de las armas en lugar de las normas de aquello que algunos espíritus ingenuos en la Europa del siglo XVIII dieron en llamar “el dulce comercio.” En su nota Tirman acierta al recordar que las principales guerras que Estados Unidos libró desde el fin de la Segunda Guerra Mundial –Corea, Vietnam, Camboya, Laos, Irak y Afganistán- produjeron, según sus propias palabras, una “colosal carnicería”. Una estimación que este autor califica como muy conservadora arroja un saldo luctuoso de por lo menos seis millones de muertes ocasionadas por la cruzada lanzada por Washington para llevar la libertad y la democracia a esos infortunados países. Si se contaran operaciones militares de menor escala -como las invasiones a Grenada y Panamá, o la intervención apenas disimulada de la Casa Blanca en las guerras civiles de Nicaragua, El Salvador y Guatemala, para no hablar de similares tropelías en otras latitudes del planeta- la cifra se elevaría considerablemente.2 No obstante, y pese a las dimensiones de esta tragedia, a las cuales habría que agregar los millones de desplazados por los combates y la devastación sufrida por los países agredidos, ni el gobierno ni la sociedad norteamericana han evidenciado la menor curiosidad, preocupación, ¡ni digamos compasión!, para enterarse de lo ocurrido y hacer algo al respecto. Esos millones de víctimas fueron simplemente borrados del registro oficial del gobierno y, peor aún, de la memoria del pueblo norteamericano mantenido impúdicamente en la ignorancia o sometido a la interesada tergiversación de la noticia. Cómo lúgubremente reiteraba el criminal dictador argentino Jorge R. Videla ante la angustiada pregunta de los familiares de la represión, también para Barack Obama esas víctimas de las guerras estadounidenses “no existen”, “desaparecieron”, “no están”.
Si el holocausto perpetrado por Adolf Hitler al exterminar a seis millones de judíos hizo que su régimen fuese caracterizado como una aberrante monstruosidad o como una estremecedora encarnación del mal, entonces ¿qué categoría teórica habría que usar para caracterizar a los sucesivos gobiernos de Estados Unidos que sembraron muertes en una escala por lo menos igual, si no mayor? Lamentablemente nuestro autor no se formula esa pregunta porque cualquier respuesta habría puesto en cuestión el crucial artículo de fe del credo norteamericano que asegura que Estados Unidos es una democracia. Más aún: que es la encarnación más perfecta de “la democracia” en este mundo. Observa con consternación, en cambio, el desinterés público por el costo humano de las guerras estadounidenses; indiferencia reforzada por el premeditado ocultamiento que se hace de aquellos muertos en la voluminosa producción de películas, novelas y documentales que tienen por tema central la guerra; por el silencio de la prensa acerca de estas masacres –recordar que, luego de Vietnam, la censura en los frentes de batalla es total y que no se pueden mostrar víctimas civiles y tampoco soldados norteamericanos heridos o muertos; y porque las innumerables encuestas que a diario se realizan en Estados Unidos jamás indagan cuál es el grado de conocimiento o la opinión de los entrevistados acerca de las víctimas que ocasionan en el exterior las aventuras militares del imperio.
Este pesado manto de silencio se explica, según Tirman, por la persistencia de lo que el historiador Richard Slotkin denominara el “mito de la frontera”, una de las constelaciones de sentido más arraigada de la cultura norteamericana según la cual una violencia noble y desinteresada -o interesada solo en producir el bien- puede ser ejercida sin culpa o cargos de conciencia sobre quienes se interpongan al “destino manifiesto” que Dios ha reservado para los norteamericanos y que, con piadosa gratitud, los billetes de dólar recuerdan en cada una de sus denominaciones. Solo “razas inferiores” o “pueblos bárbaros”, que viven al margen de la ley, podrían resistirse a aceptar los avances de la “civilización”. El violento despojo sufrido por los pueblos originarios de las Américas, tanto en el Norte como en el Sur, fue justificado por ese racista mito de la frontera y edulcorado con infames mentiras. En el extremo sur del continente, en la Argentina, la mentira fue denominar como “conquista del desierto” la ocupación territorial a sangre y fuego del habitat, que no era precisamente un desierto, de los pueblos originarios. En Chile la mentira fue bautizar como “la pacificación de la Araucanía” al nada pacífico y sangriento sometimiento del pueblo mapuche. En el norte, el objeto del pillaje y la conquista no fueron las poblaciones indígenas sino una fantasmagórica categoría, apenas un punto cardinal: el Oeste. En todos los casos, como lo anotara el historiador Osvaldo Bayer, la “barbarie” de los derrotados, que exigía la perentoria misión civilizatoria, era demostrada por su … ¡desconocimiento de la propiedad privada!
En suma: esta constelación de creencias -racista y clasista hasta la médula- presidió el fenomenal despojo de que fueron objeto los pueblos originarios y liberó a los píos cristianos que perpetraron la masacre de cualquier sentimiento de culpa. En realidad, las víctimas eran humanas sólo en apariencia. Esa ideología reaparece en nuestros días, claro que de forma transfigurada, para justificar el aniquilamiento de los salvajes contemporáneos. Sigue “oprimiendo el cerebro de los vivos”, para utilizar una formulación clásica, y fomentando la indiferencia popular ante los crímenes cometidos por el imperialismo en tierras lejanas. Con la invalorable contribución de la industria cultural del capitalismo hoy la condición humana le es negada a palestinos, iraquíes, afganos, árabes, afrodescendientes y, en general, a los pueblos que constituyen el ochenta por ciento de la población mundial. Tirman recuerda, como ya lo había hecho antes Noam Chomsky, el sugestivo nombre asignado a la operación destinada a asesinar a Osama Bin Laden: “Gerónimo”, el jefe de los apaches que se opuso al pillaje practicado por los blancos. El lingüista norteamericano también decía que algunos de los instrumentos de muerte más letales de las fuerzas armadas de su país también tienen nombres que aluden a los pueblos originarios: el helicóptero Apache, el misil Tomahawk, y así sucesivamente.
Tirman concluye su análisis diciendo que esta indiferencia ante los “daños colaterales” y los millones de víctimas de las aventuras militares del imperio socava la credibilidad de Washington cuando pretende erigirse en el campeón de los derechos humanos. Agregaríamos: socava “irreparablemente” esa credibilidad, como quedó elocuentemente demostrado en 2006 cuando la Asamblea General de la ONU creó el Consejo de Derechos Humanos, en reemplazo de la Comisión de Derechos Humanos, con el voto casi unánime de los estados miembros y el solitario rechazo de Estados Unidos, Israel, Palau y las Islas Marshall.3 Lo mismo ocurre cuando año tras año la Asamblea General condena por una mayoría aplastante el criminal bloqueo a Cuba impuesto por Estados Unidos.
Pero no es sólo la credibilidad de Washington lo que está en juego. Más grave aún es el hecho de que la apatía y el sopor moral que invisibilizan la cuestión de las víctimas garantiza la impunidad de quienes perpetran crímenes de lesa humanidad en contra de poblaciones civiles indefensas (como en los casos de My Lai en Vietnam o Haditha en Irak, para no mencionar sino los más conocidos). Pero esto viene de lejos: recuérdese la patética indiferencia de la población norteamericana ante las noticias del bombardeo atómico en Hiroshima y Nagasaki, y los cables que enviaba el corresponsal del New York Times destacado en Japón diciendo que ¡no había indicios de radioactividad en la zona bombardeada! Impunidad que alentará futuras atrocidades, motorizadas por la inagotable voracidad de ganancias que exige el complejo militar-industrial, para el cual la guerra es una condición necesaria, imprescindible, de sus beneficios. Sin guerras, sin escalada armamentista el negocio arrojaría pérdidas, y eso es inadmisible. Y son las ganancias de esos tenebrosos negocios, no olvidemos, las que financian las carreras de los políticos norteamericanos (y Obama no es excepción a esta regla) y las que sostienen a los oligopolios mediáticos con los cuales se desinforma y adormece a la población. No por casualidad Estados Unidos ha guerreado incesantemente en los últimos sesenta años. Los preparativos para nuevas guerras están a la vista y son inocultables: comienzan con la satanización de líderes desafectos, presentados ante la opinión pública como figuras despóticas, casi monstruosas ; sigue con intensas campañas publicitarias de estigmatización de gobiernos desafectos y pueblos díscolos; luego vienen las condenas por presuntas violaciones a los derechos humanos o por la complicidad de aquellos líderes y gobiernos con el terrorismo internacional o el narcotráfico, hasta que finalmente la CIA o algún escuadrón especial de las fuerzas armadas se encarga de fabricar un incidente que permita justificar ante la opinión pública mundial la intervención de los Estados Unidos y sus compinches para poner fin a tanto mal. En tiempos recientes eso se hizo en Irak y luego en Libia. En la actualidad hay dos países que atraen la maliciosa atención del imperio: Irán y Venezuela, por pura casualidad dueños de inmensas reservas de petróleo. Esto no significa que la funesta historia de Irak y Libia vaya necesariamente a repetirse, entre otras cosas porque, como lo observara Noam Chomsky, Estados Unidos sólo ataca a países débiles, casi indefensos, y aislados internacionalmente. Washington ha hecho lo imposible para establecer un “cordón sanitario” que aísle a Teherán y Caracas, pero hasta ahora sin éxito. Y no son países destruidos por largos años de bloqueo, como Irak, o que se desarmaron voluntariamente, como Libia, seducida por las hipócritas demostraciones de afecto de una nueva camada de imperialistas. Afortunadamente, ni Irán ni Venezuela se encuentran en esa situación. De todos modos habrá que estar alertas.

NOTAS

1. “ Why do we ignore the civilians killed in American wars?” (The Washington Post, 5 Diciembre 2011)

2. Expertos internacionales aseguran que el número de víctimas ocasionadas por Estados Unidos en Vietnam ronda las cuatro millones de personas. La estimación total de seis millones subestima grandemente la masacre desencadenada por el imperialismo norteamericano en sus diferentes guerras.

3. Añadamos un dato bien significativo: cuando la Asamblea General tuvo que decidir la composición del Consejo, el 9 de Mayo del 2006, Estados Unidos no logró los votos necesarios para ser uno de los 47 países que debía integrarlo. ¡Toda una definición sobre la nula credibilidad internacional de Estados Unidos como defensor de los derechos humanos!
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