quarta-feira, 24 de julho de 2013

Mark Weisbrot pronostica crecimiento económico sólido y menor inflación para Venezuela


AVN


Mark Weisbrot, el economista estadounidense que ha sido la voz disidente de los especialistas que han vaticinado erróneamente el colapso económico de Venezuela, está en Caracas y este martes ratificó que el Gobierno venezolano, que promueve desde hace catorce años una Revolución, anda por el camino correcto en materia económica."Venezuela y América Latina lo han hecho muy bien (en el ámbito económico) en la última década, mucho mejor que los veinte años anteriores", destacó en el marco de la conferencia Economía Venezolana en el Contexto Mundial, organizada por el Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela (Bandes), como parte de su semana aniversario.
Es cofundador del Centro de Investigación en Economía y Política (Cepr), con sede en Washington, una institución que monitorea la actuación económica de Venezuela. En el foro y en declaraciones a los periodistas, Weisbrot dio muestras de conocer en detalle el desempeño económico nacional, y señaló que en el país "es muy posible que se presente un crecimiento económico sólido y se pueda reducir la pobreza y aumentar el empleo, disminuyendo a la vez la inflación".
Para ello, planteó sus recomendaciones, extensibles a toda la región latinoamericana: avanzar hacia una estructura de desarrollo, que apunte a una producción diversificada, y, en Venezuela y Argentina en particular, procurar una estabilización del tipo de cambio.
"Ya la inflación ha comenzado a disminuir (en Venezuela) desde su pico de 6% mensual y un mes después rondó 4%. Pienso que va a seguir disminuyendo. Creo que la inflación va a disminuir y la economía crecerá, no sé exactamente en cuánto este año, pero sí pienso que lo va a hacer", señaló.
En efecto, en junio pasado, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró en el país una variación intermensual de 4,7%, menor al 6,1% de mayo. Durante el primer semestre, el indicador acumula un incremento relativo de 25%.
"Creo que ya el Gobierno ha comenzado a tomar acciones, una tiene que ver con la reforma del sistema del tipo de cambio", dijo y mencionó enseguida la segunda subasta especial del Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad), cuyos resultados anunció la semana pasada el Banco Central de Venezuela (BCV).
El Ejecutivo Nacional puso a andar este año el Sicad, un mecanismo alterno para proveer de divisas al país, donde desde hace diez años rige un control de cambio. "Pienso que el Gobierno está enfocado en arreglar ese problema porque de allí proviene la inflación, todo viene del mercado de divisas. Casi toda la inflación aquí es resultado de eso", indicó.
Precisó que una estabilización del tipo de cambio, su recomendación fundamental para atacar la inflación, no se debe leer necesariamente como una devaluación. "La moneda realmente no está tan sobrevaluada con respecto a la tasa oficial, en comparación con otras monedas en América Latina, por ejemplo Brasil. Estabilizar significa alejar a las personas del mercado negro y a la larga, eliminarlo".
Esto pasa, explicó, porque exista confianza en la moneda. "Si analizamos esta economía, por ejemplo, cuando se estaba recuperando del paro petrolero entre el año 2003 a 2007, la mayor parte de esa época estaba creciendo muy rápidamente, al igual que la inversión privada, porque los inversionistas privados sabían que había mucho dinero aquí".
"Si el Gobierno está comprometido con el crecimiento de la economía, y pienso que sí lo está, la gente va a querer tener el dinero aquí, porque independientemente del valor de la moneda, ellos van a poder hacer dinero aquí en comparación con tenerlo en dólares", añadió.
Este especialista con doctorado en la Universidad de Michigan resaltó que es necesario el control de cambio, con controles efectivos y la capacidad administrativa para ponerlo en práctica.
"Very well"
Weisbrot recordó que la Revolución venezolana ya demostró que es posible el crecimiento económico con inflación a la baja, pues entre 2010 y mediados del año pasado, la variación mensual de este indicador se ubicó entre 1% y no más de 2,7%.
Al hacer un balance de la actuación en materia económica del Gobierno revolucionario, indicó que si se analiza a partir de 2003, luego de que el Estado tomara control de su principal recurso, el petróleo, y superara el sabotaje de su industria, se puede concluir que al país "le fue muy bien". Mencionó la reducción de la pobreza y la disminución del desempleo a la mitad del registro a inicios del Gobierno del comandante Hugo Chávez.
Además, resaltó que el crecimiento promedio anual por persona en 2004 era de 2,5%. "Es un índice muy bueno, si se compara con registros históricos o naturales", sostuvo.
El especialista ratificó que el modelo económico en Venezuela es sostenible, lo que implica mantener el crecimiento y el empleo. "Si analizamos lo que ha sucedido en Venezuela, vemos que han ocurrido solo dos recesiones: la primera, producto del paro petrolero, y la segunda en 2009, por la recesión mundial. La recuperación de esta recesión, que comenzó en el segundo trimestre de 2010, mostró que es posible tener un sólido crecimiento económico".
Fuente: http://www.avn.info.ve/contenido/mark-weisbrot-pronostica-crecimiento-econ%C3%B3mico-s%C3%B3lido-y-menor-inflaci%C3%B3n-para-venezuela

13 Worst Processed Foods You Should Never Buy


Food
Have you ever thought about the food you take? It is often said that you are what you eat. Let’s take a look at the processed foods which are very common today. They are very tempting especially for people who have a busy lifestyle as they have an advantage of saving time. They are exceptionally sweet and addictive, but the reality is that they are harmful to our bodies in the long term. Since they sometimes come with a low price tag, this makes it hard for many people to resist them. However, it is imperative to look at the hidden costs that processed foods have on our health. It is difficult to eliminate all processed foods from your diet but you can eliminate some of the worst processed foods.
1. Chicken nuggets
They are ubiquitous finger foods which are very attractive and satisfy hunger very easily. You should not go for them even if you get them in the freezer section or in a restaurant. They are usually made with more salt, preservatives and fat than anyone needs.
2. French fries
They contain very high amount of calories such that eating them regularly can make diabetes and weight management difficult. Their nutrition is also very low since they have very little effect on the blood sugar level. If you really want them, bake them at you home without oil


Food3. Potato chips and other fried snacks
They undermines ones efforts to reduce weight. They do this by adding much salt, calories and preservatives without much nutrition or fiber which can help in slowing down its digestion.
4. Soda
They are empty calories without anything nutritional. They also contain substances which can hurt you especially the high fructose corn syrup which is worse than sugar. It has been proved to cause blood glucose spikes damaging the liver cells. Soda contributes to obesity and encourages bacterial diseases and cancer by providing an acidic medium in the body.
5. Hot dogs and other processed meats.
The vast majority of processed meats and hotdogs in the market contain loads of artificial flavors, MSG, salt, cheap unhealthy fillers and other preservatives. Mechanically separated meat is normally processed under extreme pressure and heat losing their nutritional value.

Fast Food 6. Fast- food hamburgers
It is a diabetes risk factor. This is according to a study that was carried out recently which showed that, women eating them in restaurants two or more times a week are likely to receive a diabetes diagnosis than those who do not.
7. Sugary cereals
Breakfast cereals especially those in brightly covered boxes taken in many households. But they have added sugar which contributes to diabetes. Although high fiber diet has been proved to manage and prevent diabetes, these cereals have very low dietary fiber. Look for cereals which provide about 5 grams of fiber and avoid those with large amounts of sugars.
8. Chips
These contain a lot of fat and calorie and are salted in most cases which make it more harmful for your health. You should avoid chips as much as you can as the amount of calories and fats they contain are more than your body needs and they end up accumulating in your body adding to your weight. They are a leading cause of obesity and all its harmful effects.
9. Granola bars
Their marketing is exceptionally deceptive encouraging people to buy them. The fact is that they have very high amounts of high fructose corn syrup, HFCS to make them sweet. Some have very tiny pieces of honey but most of the sweetness is derived from HFCS. At times, they are loaded with lots of sodium and fats making them unhealthy.

Fast Food 6. Fast- food hamburgers
It is a diabetes risk factor. This is according to a study that was carried out recently which showed that, women eating them in restaurants two or more times a week are likely to receive a diabetes diagnosis than those who do not.
7. Sugary cereals
Breakfast cereals especially those in brightly covered boxes taken in many households. But they have added sugar which contributes to diabetes. Although high fiber diet has been proved to manage and prevent diabetes, these cereals have very low dietary fiber. Look for cereals which provide about 5 grams of fiber and avoid those with large amounts of sugars.
8. Chips
These contain a lot of fat and calorie and are salted in most cases which make it more harmful for your health. You should avoid chips as much as you can as the amount of calories and fats they contain are more than your body needs and they end up accumulating in your body adding to your weight. They are a leading cause of obesity and all its harmful effects.
9. Granola bars
Their marketing is exceptionally deceptive encouraging people to buy them. The fact is that they have very high amounts of high fructose corn syrup, HFCS to make them sweet. Some have very tiny pieces of honey but most of the sweetness is derived from HFCS. At times, they are loaded with lots of sodium and fats making them unhealthy.


Fattening Desserts
10. Store-bought cookies, crackers, cakes and muffins.
All these foods have been grouped together because their effects on the health are similar. Beyond the high levels of salts and sugars, they also contain trans fat. Trans fat is added to make them more profitable since it is cheaper than healthy fats. It also prolongs their expiry date and improves their outer texture.
11. Powered iced tea mixes or prepared flavored iced tea.
They are really tempting as they are very easy and cheap to make. They are made from inexpensive tea bags and then kept in the fridge in a jug. They are not as healthy as their preparation could suggest. Instead, they are very unhealthy since they are heavily loaded with artificial flavors, high fructose corn syrup and other sugars.
12. Margarine
It is an alternative form butter which is used by very many people. The main disadvantage about it is that it is full of trans fats which are linked to many problems related to health such as obesity. It also contains free radicals, preservatives, emulsifiers and hexane. All these components are harmful for your health.
13. Microwave popcorn
This food is popular among snackers and moviegoers but it is still one of the unhealthiest foods you can take. The genetically modified corn used to make it is unhealthy as is the preservative chemicals and the processed salt. Additionally, it contains diacetyl which is a chemical which is known to destroy lungs. If you have to take popcorn, stick to the organic kernels that you can prepare on your own using healthy ingredients such as coconut oil and grass-fed butter.

La fractura democrática en la UE

La fractura democrática en la UE: ¿encaminados hacia la tormenta perfecta?



Hace algunas semanas Lluís Orriols escribió un interesante artículo sobre el incipiente “divorcio ideológico” en Europa entre los llamados PIIGS (Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España) y el resto de países de la UE. Mientras que los primeros se escoran progresivamente hacia la izquierda, el resto de Europa está moviéndose gradualmente hacia la derecha.
Este alejamiento no es solo ideológico; se extiende a las cuotas de confianza y de satisfacción con las instituciones representativas de las democracias europeas. Para observar dicha evolución podemos tomar los resultados del Eurobarómetro entre 2002 y 2012. He clasificado los países de la UE en tres categorías no exhaustivas: Europa del Sur (Chipre, Grecia, Italia, Portugal y España), el grupo proausteridad de Europa del Norte (Alemania y sus aliados, Finlandia, Países Bajos y Austria) y los países del Norte de Europa pero fuera del Euro (Dinamarca, Suecia y Reino Unido). Los gráficos 1, 2 y 3 muestran la evolución del nivel de confianza en el gobierno y los partidos políticos, así como el nivel de satisfacción con la democracia en cada uno de estos grupos de países durante los últimos diez años, cinco antes de la crisis y cuatro después.
Gráfico 1: Evolución de la confianza en el gobierno, Eurobarómetro 2002-2012.

Los picos positivos y negativos de los gráficos indican que las cuotas de confianza en el gobierno y los partidos políticos pueden verse muy influenciados por el contexto. La proximidad de unas elecciones, los escándalos políticos o las crisis económicas e internacionales son factores que tienen un efecto directo –positivo o negativo– en los niveles de confianza. A pesar de esta trayectoria llena de altibajos, el gráfico muestra claramente la aparición de una brecha en la opinión pública europea entre el Norte y el Sur desde el estallido de la crisis. Empecemos por el Norte.
Gráfico 2: Evolución de la confianza en los partidos políticos, Eurobarómetro 2002-2012.

En los países del Norte de Europa, desde la quiebra de Lehman Brothers en septiembre de 2008 la confianza política se ha mantenido por encima de los niveles de 2002 (con valores similares para los países dentro y fuera del Euro). Tanto la confianza en el gobierno como la confianza en los partidos políticos alcanzaron sus máximos entre septiembre 2008 y febrero 2009, cuando los gobiernos europeos y los partidos gubernamentales estaban unidos en la implementación de reformas anticíclicas. Período durante el cual los políticos europeos planteaban la necesidad de reinventar el capitalismo e incrementar los niveles de regulación de los mercados financieros, al mismo tiempo que acusaban de lo que había ocurrido a los EEUU y su actitud de “libre-mercado-por-encima-de-todo”. Después de alcanzar este pico de confianza los niveles bajaron en 2010 y 2011, los años de los rescates europeos en el sur, pero luego las cuotas volvieron a crecer en 2012, en particular en relación a la confianza en los partidos políticos, la cual saltó de 25% en noviembre de 2011 a casi 35% en junio 2012 – período en que las políticas de austeridad estaban bien enraizadas en las instituciones de la UE y las cancillerías del Norte de Europa. La satisfacción con la democracia en los países del Norte de Europa ha evolucionado de un modo similar. La evolución es menos cambiante que en el caso de la confianza política, ya que es menos dependiente de factores contextuales, pero la tendencia hacia arriba es clara – aunque modesta, como se muestra en el Gráfico 3.
En comparación, en el Sur de Europa la confianza en los gobiernos y los partidos ha disminuido consistentemente desde febrero 2009, con una caída de 27 puntos para los gobiernos y 15 para los partidos en sólo cuatro años. En junio de 2012 sólo uno de cada diez encuestados en los países del Sur confiaba en su gobierno y sus partidos políticos. Si nos fijamos en los últimos diez años, la diferencia en los niveles de confianza política entre el Sur y el Norte de la UE ha crecido desde el 9% al 32% en el caso de los gobiernos, y desde el 6% al 25% en relación a los partidos políticos. La satisfacción con la democracia también ha caído de forma dramática. El diferencial en los últimos diez años ha pasado de 21% (una brecha ya de por sí notable) a 46%. A este diferencial es a lo que llamo “fractura democrática”.
Hasta aquí, he presentado los hechos (o mejor dicho las estadísticas). Según estas estadísticas, la opinión pública europea está cada vez más dividida en función de líneas territoriales. Las democracias en el Norte se han recuperado, llegando incluso a sobrepasar los niveles de confianza política y satisfacción con el sistema político de hace diez años; las democracias en el Sur sufren una caída en picado de los niveles de confianza y satisfacción política.
Gráfico 3: Evolución de la satisfacción con la democracia, Eurobarómetro 2002-2012.

¿Cómo podemos interpretar estas cifras? Esta es la parte que requiere necesariamente cierta especulación (aunque contrastada), ya que no he realizado propiamente dicho un análisis causal de esta fisura democrática. Las sociedades del Norte de Europa están cada vez más complacidas con sus gobiernos y sus partidos, así como más satisfechas con sus democracias en términos relativos. Es complicado concebir como las sociedades del Norte de Europa pueden estar complacidas teniendo en cuenta la dramática situación que atraviesa la UE: devastada por la estagnación económica, los niveles crecientes de desigualdad, el debilitado estado del bienestar, las devaluaciones internas, los desarmados sindicatos, las frágiles perspectivas económicas, etc.
En mi opinión, la razón por la cual las sociedades del Norte de Europa confían en sus representantes es, sencillamente, por qué se sienten representados y sienten que sus intereses han sido tomados en cuenta. ¿Cómo explicar dicha percepción? Porque los gobiernos del norte de la eurozona están desarrollando una política económica basada en la austeridad que tiene sus efectos más visibles en el sur, y no en sus países respectivos. Las sociedades del Norte de Europa se oponen a continuar con los rescates para los países del sur porqué consideran (erróneamente) que esos rescates constituyen la forma de hacer pagar a los países del sur sus deudas con los impuestos de los del norte. Los gobiernos a favor de la austeridad conquistan a sus votantes con discursos sobre la necesidad de imponer austeridad y disciplina fiscal a los gobiernos derrochadores del sur, circunscribiendo sus acciones para salvar el dinero de los contribuyentes del norte; pero al mismo tiempo, esos mismos gobiernos amasan los beneficios intencionales (prestando al tipo de interés del mercado) o involuntarios (pagando muy poco por su propia deuda) a raíz del estado de las finanzas públicas en los países del sur afectados por la crisis de la deuda.
Esta situación es un ejemplo clásico de solapamiento territorial y clivaje económico. Los países crediticios se encuentran en el Norte, los deudores en el Sur, y los intereses de los crediticios y los endeudados están totalmente enfrentados entre ellos. Un proceso de colonialismo interno parece estar emergiendo dentro de la UE. Este proceso se ve agravado por el “divorcio ideológico” entre el Norte y el Sur mencionado al principio. Históricamente, estos solapamientos entre territorio, economía e ideología han conducido muy raramente a la resolución de los conflictos económicos y políticos de forma moderada. Al contrario, tensan la posición de cada uno en direcciones polarizadas. Parece que nos encaminamos hacia la tormenta perfecta.
 Fuente: http://www.eldiario.es/agendapublica/proyecto-europeo/democratica-UE-encaminados-tormenta-perfecta_0_155034792.html

En Estados Unidos, la justicia racial no llega


Desinformémonos


Es difícil afirmar –como hicieron muchos analistas después de la elección de Barack Obama- que la larga y brutal historia del racismo en Estados Unidos terminó y que es una “sociedad post-racial”, sobre todo después de las manifestaciones masivas en más de cien ciudades para exigir justicia, después de que se emitió un veredicto de no culpabilidad en el juicio de alto perfil sobre el asesinato de Trayvon Martin por parte de George Zimmerman.

George Zimmerman, de 29 años, caucásico y autodenominado “vigilante” de la comunidad, fue absuelto del 13 de julio de 2013  por un panel de seis personas del cargo de asesinato en segundo grado y un delito menor (homicidio involuntario) contra el afroamericano Trayvon Martin, de 17 años. El asesinato se produjo en febrero de 2012 en un barrio residencial de Sanford, Florida. Zimmerman reclama que Martin le atacó y que él debió disparar en defensa propia. Martin estaba desarmado y, momentos antes de su muerte, llamó a su novia para quejarse de que estaba siendo acosado por Zimmerman. La policía de Sanford permitió a Zimmerman salir libre sin cargos, pero después de seis semanas de protestas en todo el país, la presión pública obligó a detener a Zimmerman y acusarlo del asesinato.

El caso abre profundamente la herida nacional de la desigualdad racial que nunca fue capaz de curar. Las protestas masivas obligan (una vez más) a poner en primer plano el racismo sistémico, la discriminación racial y las conservadoras leyes de derechos de armas que criminalizan y marginan aún más a la gente de color en los Estados Unidos.

Un elemento central de este caso -que es cualquier cosa menos único – es la discriminación racial. Momentos antes de que Zimmerman tirara del gatillo, llamó a la policía para informarles que seguía a Martin mientras caminaba de la tienda a su casa. Perfiló a Martin como un presunto criminal por su apariencia de joven negro con una sudadera con capucha (que se convirtió en símbolo de la protesta y de la injusticia racial) caminando por un barrio mayoritariamente rico. En la grabación telefónica con la policía, Zimmerman exclamó: “pinches punks. Estos pendejos siempre se salen”.

El prejuicio que Zimmerman expresa es representativo de la lógica más amplia del sistema de justicia penal estadunidense, evidenciado por sus propias estadísticas de crimen y encarcelamiento. Las personas de color son desproporcionadamente encarceladas, vigiladas y condenadas a muerte en un porcentaje significativamente más alto que sus homólogos blancos. La Oficina de Estadísticas de Justicia señala que uno de cada tres hombres negros puede ir a la cárcel en su vida. Las personas de color tienen un número desproporcionado mayor de encuentros con la policía, lo que indica que la discriminación racial es todavía un problema. Un informe del Departamento de Justicia informó que los negros y los hispanos son aproximadamente tres veces más propensos a ser revisados en los retenes que los conductores blancos. Los afroamericanos son dos veces más propensos a ser arrestados y casi cuatro veces más a experimentar el uso de la fuerza durante los encuentros con la policía.

Un estudio realizado por la organización Malcolm X Grassroots Movement (MXGM), encontró que tan sólo en 2012, se produjeron 313 ejecuciones extrajudiciales de afroamericanos por parte de la policía, guardias de seguridad y vigilantes. En una entrevista con Democracy Now!, Kali Akuno, miembro de MXGM, aseveró que “esto habla de la mentalidad de criminalizar a los de color. Lo vemos sistemáticamente en este país y realmente tenemos que llegar al corazón de ella y tener un diálogo más profundo. Creo que el movimiento de masas que tiene lugar en respuesta [al caso de Trayvon Martin] es un primer llamado a tener esa conversación”.

El caso de Martin no es el primero en los últimos tiempos que llama a manifestarse por justicia racial y para iniciar un diálogo. En 2006, Sean Bell, afrodescendiente de 23 años, fue asesinado con más de 50 disparos de la policía de Nueva York en la víspera de su boda, cuando iba desarmado. La policía fue exonerada del asesinato y las protestas masivas empezaron. En 2009, en Nochevieja, Oscar Grant -de 22 años de edad y afroamericano- fue baleado por la espalda por la policía de Oakland después de que lo detuvieron en una estación de metro. Las protestas y los disturbios saltaron después del incidente. El oficial responsable fue condenado a una pena menor y en 2011 salió en libertad. En 2012, el afroamericano Anthony Anderson, de 46 años, fue brutalmente asesinado a golpes por la policía de Baltimore mientras se dirigía al cumpleaños de su nieta. No se formularon cargos contra los agentes.

Este aparente patrón de criminalización de los jóvenes de color hace que muchas familias expresen el miedo y la desconfianza en las mismas autoridades que se supone deben proteger y garantizar su seguridad y sus derechos. El columnista Auset Marian Lewis escribió en el Indypendent Reader de Baltimore: “Soy una mujer negra con un marido, hijos y nietos negros. Sus vidas se hicieron esta noche menos seguras [refiriéndose al veredicto de no culpable de George Zimmerman]. La sangre de un adolescente negro derramada por un vigilante violento no está sólo en las manos de George Zimmerman, sino el estado de Florida también”.

Dispare primero, pregunte después

El otro factor importante que el caso Zimmerman-Martin sacó a la luz es la epidemia de violencia armada y las leyes que protegen a los tiradores. Incluso si la raza o la discriminación racial no fuera parte de este caso concreto, Zimmerman disparó y mató a un joven. Los grupos de control de armas argumentan que las leyes de Florida, incluyendo la llamada regla “defiende tu posición”, sentaron las bases de la muerte de Martin. Señalan que a Zimmerman, quien tiene una historia de violencia previa, se le permitió llevar un arma oculta y usarla en supuesta defensa propia en lugar de retirarse.

La ley “defiende tu posición” o “dispare primero, pregunte después”, como algunos la llaman, esencialmente da a los individuos el derecho a portar armas y disparar en un altercado alegando defensa propia. Los críticos argumentan que la ley hace que sea muy difícil llevar casos contra personas que disparan a los demás y luego reclaman la legítima defensa. El tirador puede argumentar que se sintió amenazados, y en la mayoría de los casos, el único testigo que puede sostener lo contrario es la persona fallecida. En esencia, promueve llevar armas ocultas y permisos de actos de fuerza mortal cuando a menudo pueden evitarse de otra manera. En Florida, donde se produjo el caso Zimmerman-Martin, los reclamos de autodefensa se triplicaron después de que se aprobó la ley. Treinta y uno de los 50 estados de Estados Unidos también tienen versiones de estas leyes.

Al igual que el sistema de justicia penal, la violencia armada y las víctimas de las leyes de “defiende tu posición” afectan desproporcionadamente a las personas de color. De acuerdo con el Centro de Ley para Prevenir la Violencia con Armas, unos 30 mil ciudadanos estadounidenses son asesinados por la violencia relacionada con armas cada año y el 67 por ciento son personas de color.

En los actos de violencia armada, como el de la Escuela Primaria Sandy Hook, que dejó 28 muertos -la mayoría niños-, los medios de comunicación retratan la afectación a la clase media y las comunidades blancas. Sin embargo, las comunidades más afectadas son las urbanas, pobres y de color. Entre 2008 y 2009, 34 mil 347 jóvenes fueron heridos por armas de fuego; el 70 por ciento fueron jóvenes de color.

A menudo, el deterioro del tejido social, la educación y el empleo ponen a los jóvenes de color en riesgo. En muchas partes del país, las autoridades y las empresas privadas invierten en las cárceles y la policía, mientras se reducen presupuestos de los centros de recreación y educación pública urbana. Los jóvenes activistas llaman a esto “el camino de la escuela a la cárcel”. En Baltimore, después de una campaña de cinco años, jóvenes activistas lograron forzar al gobierno local para que desarmara los planes para construir un centro de detención para menores de un costo de 70 millones de dólares, sin embargo, la ciudad sigue recortando presupuesto  para la educación y cerrando las instalaciones de recreación pública.

Respecto al caso Martin-Zimmerman, activistas y organizaciones llaman a más mítines y manifestaciones masivas. La Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color (NAACP) lanzó una petición que obtuvo más de 1 millón de firmas en tres días para exigir que el Departamento de Justica ponga cargos federales de derechos civiles contra Zimmerman. Es claro que Estados Unidos no está en una era “post-racial”.

Fuente: http://desinformemonos.org/2013/07/en-estados-unidos-la-justicia-racial-no-llega/ 

O impacto do Bolsa Família sobre a vida dos beneficiários


O primeiro estudo a avaliar o impacto do Bolsa Família sobre os gastos com alimentos e a disponibilidade de calorias em famílias de baixa renda
Por Portal Planalto com informações do Ministério do Desenvolvimento Social e Combate à Fome










Pesquisa inédita, realizada por pesquisadora da Universidade de São Paulo (USP), demonstra que os beneficiários do Programa Bolsa Família consumiram uma média diária de 1.187,8 calorias – 8,5% a mais do que as 1.086 calorias adquiridas por quem não era atendido pelo programa de transferência de renda coordenado pelo Ministério do Desenvolvimento Social e Combate à Fome (MDS).
A nutricionista Ana Paula Bortoletto Martins comparou dados oficiais da Pesquisa de Orçamentos Familiares (POF), do Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística (IBGE), de 2008 e 2009, envolvendo 11,3 mil famílias com renda mensal per capita de até R$ 210, sendo 48,5% desse grupo beneficiário do Bolsa Família.
O levantamento aponta ainda que quem participa do programa gastou, no período da pesquisa, 6% mais com alimentação que o grupo de não beneficiários. E revela que as famílias do Bolsa Família consomem 7,4% mais de alimentos in natura ou minimamente processados, como carne fresca, frutas, hortaliças, ovos, peixe, arroz, feijão, e 10,3% mais com ingredientes culinários, como açúcar, óleo, farinha, macarrão.
Também é significativamente maior o consumo de carnes (8,4%), raízes e tubérculos (30%), hortaliças (12%), açúcar refinado (16,7%) e óleo vegetal (24,1%). No grupo de domicílios de não beneficiários do programa, o gasto foi maior com produtos industrializados ou ultraprocessados, com doces (16,7%).
“O impacto do Programa Bolsa Família em domicílios de baixa renda se traduziu em maior gasto com alimentação, maior disponibilidade total de calorias e, ainda, maior disponibilidade de alimentos in natura ou minimamente processados, além de ingredientes culinários”, avalia Ana Paula.
Para o secretário nacional de Segurança Alimentar e Nutricional do MDS, Arnoldo de Campos, o objetivo de assegurar o direito à alimentação adequada dessas famílias é cada vez mais priorizado no atual governo e esse novo estudo comprova que a ampliação da renda contribui para garantir a segurança alimentar.
“O Brasil passou a se preocupar mais com o acesso à alimentação e com a sua qualidade. 
A Constituição foi alterada para inserir o Direito Humano à Alimentação Adequada. Depois foi criado um Sistema Nacional para garantir esse direito e o Bolsa Família tem sido um dos principais instrumentos para assegurar aos mais pobres o acesso à alimentação. O dado novo trazido pela pesquisa é que, com mais renda, os beneficiários estão investindo também na qualidade desse alimento, sendo ele mais saudável do que os consumidos pelos não beneficiários.”
Segundo a pesquisadora, “a renda do Bolsa Família foi utilizada para a compra de alimentos que diversificam e melhoram a qualidade nutricional da alimentação, apesar de pouco acessíveis à população de baixa renda no geral - devido ao preço, a à baixa oferta ou ao difícil acesso físico a esses alimentos. 
Dessa maneira, o dinheiro a mais recebido permitiu que essas famílias comprassem mais legumes e verduras, carnes e raízes e tubérculos, como mandioca e batata. Ao mesmo tempo, também compraram açúcar e óleo, que são ingredientes culinários de baixo preço e alta concentração de calorias e que já fazem parte do hábito alimentar dessas famílias.”
A aquisição maior de calorias do grupo de beneficiários, comparado aos não atendidos pelo programa de transferência de renda, é importante para a população pobre e extremamente pobre. “Podemos dizer que esse aumento do consumo de calorias é positivo por dois aspectos. O primeiro é que esse valor está abaixo da média nacional que é de 1.900 kcal, indicando que esse valor não é excessivo; e o segundo é que houve maior consumo de alimentos que diversificam e melhoram a qualidade nutricional da alimentação”, afirma Ana Paula.





Pesquisa inédita

Sobre a pesquisa, a primeira feita nesta área, a pesquisadora explica que “a POF é uma excelente fonte de dados, com amostra representativa da população brasileira, que fornece a informação detalhada de todos os gastos realizados por cada família estudada num período de sete dias. 
Isso permitiu a comparação de famílias de baixa renda com características socioeconômicas semelhantes, sendo que a diferença entre elas era pertencer ou não ao Programa Bolsa Família”.
Arnoldo de Campos destaca a importância da educação alimentar e o papel do Programa de Aquisição de Alimentos (PAA) para estes resultados. “O PAA atende prioritariamente famílias em insegurança alimentar com a disponibilização de alimentos saudáveis. 
São priorizadas aquisições de verduras, legumes, frutas frescas, feijão, arroz, mandioca, carnes e leite, todos comprovadamente integrantes de uma dieta mais saudável e equilibrada. O objetivo é contribuir com o acesso à alimentação, mas também propiciar refeições mais saudáveis e nutritivas.”
O PAA, que completa dez anos neste mês de julho, compra a produção de mais de 190 mil agricultores familiares e distribui esses alimentos para cerca de 20 mil instituições da rede assistencial, de educação e de saúde das prefeituras e governos estaduais.

La plurinacionalidad del Estado y las aporías del liberalismo



La revista ecuatoriana Opción Socialista, en su edición de los meses de mayo, junio y julio de 2013, ha publicado un dossier sobre la plurinacionalidad del Estado en el Ecuador. En este dossier constan, entre otros, dos textos que, por la importancia y las consecuencias que tienen quizá sea conveniente analizarlos y referirlos a un debate más amplio: “Plurinacionalidad vs Interculturalidad” de Enrique Ayala Mora, y “Un Estado plurinacional sin proyecto pero con opciones” de Jorge León Trujillo.Ahora bien, la primera sensación con respecto a estos textos es una especie de déjà vu. En efecto, este debate, al menos en los términos que ha sido planteado por los autores citados, recorrió toda la década de los años noventa y tuvo su epítome en los años 2007 y 2008 cuando se estaba discutiendo en Ecuador sobre el carácter del Estado en la Asamblea Constituyente de Montecristi.
En esa oportunidad, el movimiento indígena ecuatoriano y algunos teóricos, entre ellos Boaventura de Souza Santos y Catherine Walsh, aclararon lo que significaba la plurinacionalidad y la interculturalidad. Demostraron que esos conceptos nunca eran opuestos sino complementarios y que, de alguna manera, formaban parte de la propuesta teórica y política de las teorías de la decolonialidad y de la filosofía de la liberación en Abya Yala (América Latina).
El entonces relator de Naciones Unidas para los pueblos indígenas, James Anaya, explicó a la Asamblea Constituyente ecuatoriana los derechos de los pueblos indígenas y el Estado plurinacional indicando que en el año 2007 la Asamblea General de las Naciones Unidas, con el voto favorable de Ecuador, había reconocido y aprobado derechos para los pueblos indígenas que estaban en la línea de la plurinacionalidad del Estado.
En esa coyuntura, el debate fue intenso y, en ocasiones, acre y a punto de la ruptura sobre todo con las corrientes liberales que veían en la plurinacionalidad un peligro de fraccionamiento del Estado-nación. Finalmente, el movimiento indígena pudo posicionar sus tesis y la Asamblea Constituyente declaró al Ecuador como Estado Plurinacional e Intercultural.
Por ello, llama la atención que en el año 2013, cuando la coyuntura política ecuatoriana se tensa y se comprueba que el gobierno de Alianza País ha creado un sistema político que le permite consolidar, por vez primera al menos desde el retorno a la democracia en 1979, una hegemonía absoluta con una deriva autoritaria y protofascista, nuevamente surja este debate y desde las filas de una revista que tiene la pretensión de inscribirse al interior del pensamiento de la izquierda y del socialismo. La cuestión que inmediatamente se suscita es ¿cuál es la pretensión política al confrontar la plurinacionalidad con la interculturalidad en un contexto político tan conflictivo y en plena intensificación de las dinámicas extractivas?
La segunda sensación que deja la lectura de estos textos es la insuficiencia teórica y reflexiva, en ambos autores, de remitir el debate de la plurinacionalidad a su territorio epistemológico natural, aquel de la teoría decolonial, la filosofía de la liberación y las ontologías políticas de la diferencia radical y que están relacionadas con el pensamiento propio indígena y su proyecto político.
El concepto de la plurinacionalidad del Estado es demasiado complejo como para ser parte de un tratamiento tan superficial y pragmático, un tratamiento que, además, corre el riesgo de banalizarlo. El problema real de la plurinacionalidad del Estado no está en las formas institucionales que puede adquirir la plurinacionalidad en el caso del Ecuador y de Bolivia y sus posibles arreglos y acuerdos jurídicos y procedimentales con toda la importancia que pudieran tener.
Cuando se menciona y se debate la plurinacionalidad del Estado aquello que está en juego es la pertinencia y régimen de verdad que sustenta una de las categorías centrales del liberalismo: el Estado-Nación, y esta categoría remite a la narración más fuerte que la burguesía ha creado para legitimarse históricamente, aquella de la modernidad. El debate sobre el Estado plurinacional es, por definición, un debate sobre los límites y alcances de la modernidad y sus posibilidades de regulación y emancipación.
Por ello, llama la atención el hecho que ambos autores omitan este debate, lo pasen por alto y no le otorguen ninguna importancia para su argumentación. Si soslayan el debate sobre la modernidad, entonces ¿cómo comprender el núcleo duro que sustenta las propuestas del Estado plurinacional? ¿Cómo comprender el alcance de la interculturalidad y su relación con la plurinacionalidad? ¿sobre qué piso teórico se pueden confrontarlas o armonizarlas?
En el caso de Enrique Ayala Mora, rector, además, de la sede ecuatoriana de la Universidad Andina Simón Bolívar, y miembro importante del Partido Socialista Ecuatoriano, contrapone en su artículo las contradicciones de clase a la identidad étnica pensando que el Estado plurinacional es una reivindicación etnicista que poco o nada tiene que ver con las contradicciones de clase y, de esta forma, clausura una rica herencia de la izquierda ecuatoriana y latinoamericana de trabajo comunitario e indígena tanto teórico como político, que en el caso ecuatoriano tiene en Ricardo Paredes y en Agustín Cueva sus puntos importantes, y en el caso latinoamericano están, por supuesto, José Carlos Mariátegui y Aníbal Quijano. De hecho, el movimiento indígena ecuatoriano y latinoamericano, nunca ha soslayado las contradicciones de clase en su lucha por las reivindicaciones identitarias.
Desde una pretendida posición de un socialismo más bien decimonónico, Ayala Mora, plantea una discusión con el estatuto de plurinacionalidad del Estado desde una visión, paradójicamente para él, no socialista, sino liberal. En efecto, es el liberalismo el que niega las condiciones de posibilidad a toda diversidad humana para constituirse como “nacionalidad” porque este estatuto altera una de las figuras más caras del liberalismo, aquella del Estado-nación. Es desde el liberalismo que los indígenas han sido acusados de “etno-centristas”. Es también una visión liberal la que acusa de corporativismo al movimiento indígena porque plantea que los indígenas apelan a un estatuto de diferencias desde una reivindicación histórica y ancestral que intenta fracturar radicalmente la unidad jurídica de la ciudadanía y del contrato social. Asimismo, Ayala Mora sitúa su crítica a la plurinacionalidad del Estado desde la trama epistemológica del multiculturalismo; sin embargo, el multiculturalismo siempre fue denunciado por ser parte de una estrategia neoliberal de incluir las diferencias al interior de la globalización y el mercado.
No solo eso, sino que en el texto de Ayala Mora, hay frases muy reveladoras de su ideología, como ésta: “Pero, justo es reconocerlo, el etnocentrismo no es mayoritario. Los indígenas ecuatorianos aman al país; se sienten parte de él.” (loc. cit. pp. 28). La visión liberal de Ayala Mora llega, además, a contraponer la interculturalidad a la plurinacionalidad, pero la interculturalidad a la que hace referencia no es el discurso fuerte que contrapone a la formación discursiva del poder un saber contrahegemónico obligándolo a lo que Boaventura de Souza Santos llama un “diálogo de saberes” o fracturando aquello que Edgardo Lander y Santiago Castro-Gómez denominan la “geopolítica del conocimiento”, sino una especie de visión liberal de la interculturalidad en su versión multicultural que, en realidad, encubre una maniobra política, aquella de poner al movimiento indígena en contra de sí mismo.
El caso de Jorge León Trujillo también es sintomático en ese sentido porque confunde los derechos colectivos con el Estado plurinacional y, lo que es más grave, no se da cuenta que con la declaración de Estado de derechos y justicia para el Estado ecuatoriano, conforme al Art. 1 de la Constitución Política de 2008, los derechos colectivos no existen como derechos diferenciados. La visión de Jorge León Trujillo recuerda mucho aquella propuesta de la plurinacionalidad que tenía el Banco Mundial y la cooperación internacional al desarrollo, es decir, una visión instrumentalista, pragmática y estratégica, que veía en la plurinacionalidad solamente una dimensión acotada de autonomía de los gobiernos locales en el manejo territorial al interior de la división política del Estado, sin cambiar para nada las relaciones de poder que definen y estructuran al Estado y sus discursos. La apelación a las circunscripciones territoriales, a las que hace referencia León Trujillo, no topan el núcleo central y es aquel de la soberanía sobre los territorios y sus recursos que reclaman los pueblos indígenas no para explotarlos sino para integrarlos en su cosmovisión a la que han dado el nombre de Sumak kawsay para el caso ecuatoriano, y Suma Qamaña para el caso boliviano.
Ahora bien, más allá de señalar los límites teóricos de estos textos y su probable conversión en posteriores dispositivos políticos que servirán como argumentos para desarmar la capacidad política de movilización del movimiento indígena, sobre todo en su defensa de los territorios en contra de la violencia extractiva, quizá sea conveniente retomar el debate sobre lo que significa la plurinacionalidad del Estado, al momento una de las categorías políticas más complejas creada desde la praxis política del movimiento indígena ecuatoriano y también boliviano y que ahora ha sido recogida por la mayor parte de movimientos indígenas del Abya Yala (América Latina). Por ello, y aprovechando la oportunidad que brindan los dos textos antes señalados, quizá sea conveniente devolver nuevamente el debate de la plurinacionalidad del Estado y la interculturalidad a su topos natural, aquel de las teorías de la decolonialidad, la filosofía de la liberación así como las ontologías políticas de las diferencias radicales para, desde ahí, evaluar el recorrido de la plurinacionalidad y la interculturalidad en los casos de Ecuador y Bolivia.
La primera reflexión en ese sentido es que la categoría de Plurinacionalidad del Estado forma parte de la ontología política del movimiento indígena. En efecto, de la misma manera que la burguesía se constituyó ontológicamente recuperando la noción de “Hombre” desde el renacimiento europeo y ontologizó esa noción para situarla como condición de posibilidad para el contrato social como fundamento moderno del poder, el movimiento indígena acude a la noción de Estado plurinacional para lograr visibilidad ontológica como diferencia radical y, al mismo tiempo, denunciar el estatuto violento del Estado-nación moderno y burgués.
El Estado plurinacional es la imputación a la figura del Estado-nación y sus nociones de contractualidad y libertad individual, como dinámicas de violencia, dominación y colonialidad. Esa colonialidad se expresa en el caso de los pueblos y naciones indígenas en su virtual invisibilización y desaparición ontológica. Es tan evidente esa invisibilización ontológica que los indígenas ecuatorianos accedieron al estatuto de ciudadanía política recién en el año 1998.
La invisibilización ontológica a los pueblos y naciones indígenas, forma parte de aquello que Aníbal Quijano denomina la colonialidad del poder, así como de su naturalización en aquello que Walter Mignolo denomina ladiferencia colonial. Uno de los mecanismos de la colonialidad del poder y de la diferencia colonial fue el racismo y la generación de discursos, dispositivos e instituciones que mantenían y profundizaban la dominación política desde la idea de “raza”. La ideología del racismo siempre sustentó el régimen de dominación política en Abya Yala (América Latina) desde la conquista europea hasta la actualidad.
Esa idea de “raza” articulaba de forma coherente y estratégica la dominación política a los indígenas y los separaba radicalmente de cualquier posibilidad de crítica y emancipación desde su propia ontología política. Para criticar al racismo de la colonialidad del poder, los indígenas tenían que utilizar la misma ideología que los invisibilizaba ontológicamente.
La idea de raza como dispositivo del poder colonial también colonizó la forma de comprender al mundo y la forma de ser-en-el-mundo, así como la capacidad de interpretarlo y transformarlo. La idea de “raza” es el envés de la ontología política de la burguesía: para afirmar su ser-en-el-mundo, ésta tiene que negar radicalmente aquello que no consta dentro de sus marcos ontológicos de existencia. Esa negación ontológica que es el correlato teórico y filosófico de la colonialidad del poder y de la diferencia colonial tiene también un correlato político, ideológico, cultural, jurídico y epistemológico. La ontología política de la burguesía, en consecuencia, siempre es violenta, discriminadora, excluyente.
La colonialidad del poder hizo de los indígenas del Abya Yala (América Latina) el Otro radical a la modernidad. Los excluyó de toda forma de racionalidad humana entendida ésta en los términos modernos. Los alejó de forma definitiva de todo horizonte de lo humano en cuanto humano. Los deshumanizó de forma radical y absoluta. Solo desde esa deshumanización era posible colonizarlos, someterlos, dominarlos. Esa deshumanización implicaba que los indígenas en cuanto indígenas habían sido desalojados y despojados de toda consideración ontológica. Para existir tenían que situarse dentro del horizonte de visibilidad de la modernidad, fuera de ese horizonte, no existían.
Enrique Dussel, afirma que la modernidad no nace con el cogito cartesiano sino con el ego conquiro europeo. En 1492 se produjo, en realidad, el en-cubrimiento del Otro. A partir de ese entonces, el Otro dejó de existir como Alteridad. Para existir, el Otro tenía que perder su estatuto de diferencia radical y permitir ser incorporado a los sistemas y mecanismos de dominación. Tenía que ser incluido a la modernidad y al capitalismo por la vía de la modernización, la civilización, la educación, la economía-mundo, etc., es decir, situarse en ese horizonte ontológico de visualización de la modernidad o, caso contrario, desaparecer.
Sin embargo, la modernidad es autorreferencial y autopoiética. Agota en sí misma incluso su propia crítica. La modernidad no acepta a Otro radical porque ello implicaría relativizar sus propios contenidos universalistas. Significaría reconocer los límites de su propio horizonte de visibilidad; empero, la modernidad asume esos límites como inexistentes porque comprende y pronuncia al mundo desde la universalidad. Esa condición de universalidad es clave para su pretensión civilizatoria. La universalidad de la razón moderna es totalizante y totalitaria. La modernidad está enferma de totalidad. Fuera de esa frontera de la totalidad nada ni nadie puede ni debe existir (Lo racional es real escribía Hegel). La totalidad establece una frontera para Lo Real en cuanto Real desde las propias prescripciones modernas. Nada puede existir fuera de esa frontera de Lo Real.
No obstante, el Otro en cuanto Otro es la evidencia de que hay algo fuera de esa frontera de racionalidad y realidad impuesta desde la modernidad. Es una exterioridad radical que amenaza a la modernidad en sí misma. Fue el pensador francés Emmanuel Levinas quien, entre otros, teorizó sobre el estatuto de la exterioridad y la alteridad radical. El Otro es Alteridad radical porque se sitúa al exterior de aquello que Levinas denomina Lo Mismo. El Otro como Alteridad radical no puede ser parte de Lo Mismo. Es una exterioridad irreductible a Lo Mismo. Entre la Alteridad radical y Lo Mismo no puede mediar una dialéctica que integre al Otro dentro del canon de Lo Mismo.
Ahora bien, en la idea de raza de la colonialidad del poder y de la diferencia colonial, el Otro en cuanto Otro es despojado de toda consistencia ontológica. Esa Alteridad radical, para la modernidad, debe desaparecer en tanto que tal. La modernidad subsiste y persiste a condición de suprimir cualquier exterioridad a ella, vale decir, a la Alteridad radical. Fue Franz Fanon quien denunció esa “desaparición ontológica” del Otro en el colonialismo. Fanon también denunciaba la estrategia colonial de convertir al Otro en un permanente menor de edad que debe ser protegido de sí mismo. Esa conversión en menor de edad justificaba la intervención colonial y su violencia. Ahí radica, decía Fanon la desgracia ontológica del Otro, es decir, su conversión, desde la mirada colonial, como un ser fundamentalmente perverso, malo, destinado a destruirse a sí mismo.
Para esta visión colonial, el Otro es un ser en permanente devenir hacia el Ser-que-es-Real, es decir, el Ser moderno. Pero en ese devenir, el Otro no se encuentra a sí mismo, se pierde en los laberintos de su propia ontología y es necesario ayudarlo a salir porque, caso contrario, esa pérdida le puede conducir a la noche-del-mundo. En esa noche-del-mundo en la que vive el Otro, éste no tiene opciones. Y no las tiene porque su pasado es, precisamente, esa noche-del-mundo, esa oscuridad de la razón. El Otro, dice el colonialista, ha vivido siempre en las tinieblas. Sus referentes, su memoria histórica, son la constatación de esa noche-del-mundo. El espíritu moderno viene a “iluminarlo”, a sacarlo de la noche-del-mundo; viene a hacerle comprender que vive en la noche-del-mundo y que incluso la violencia de la civilización es, en el fondo, una violencia benéfica porque toda luz lastima a quien ha vivido mucho tiempo en la oscuridad. Es necesario alfabetizarlo en los códigos que le permitan comprender que su Ser está perdido irremisiblemente en esa noche-del-mundo y que, para salir de esa noche-del-mundo, tiene que abandonar su Ser en cuanto Ser, tiene que dejar de ser Otro y convertirse en Lo Mismo. Ese tránsito es presentado desde la visión del colonialista como una salvación, como una oportunidad.
Este proceso de supuesta violencia benéfica de la modernidad y la civilización con respecto al Otro está presente en la forma que se conforma el Estado-Nación en toda Abya Yala (América Latina) y también, por supuesto, en Ecuador. Efectivamente, luego de los procesos de independencia de la metrópoli española en Abya Yala nace una aberración jurídica y un imposible político: un Estado de forma moderna y liberal, en sociedades en las que no existen ciudadanos, burguesía, ni ninguna institución moderna. Constituir Estados-nación en un contexto de sociedades coloniales y colonizadas, en donde la inmensa mayoría de la población nada tiene que ver con la modernidad, ni con el naciente capitalismo, es un desafío al principio de realidad. Solo desde el ethos barroco del Abya Yala pudo procesarse esta aberración jurídico-política y otorgarle condiciones de posibilidad.
Mas, ese Estado-Nación desde sus orígenes procesó la colonialidad del poder, la desaparición ontológica del Otro y la diferencia colonial del racismo. En la primera Constitución del Ecuador, aquella de 1830, se decía con respecto a los indígenas: “Artículo 68.- Este Congreso constituyente nombra a los venerables curas párrocos por tutores y padres naturales de los indígenas, excitando su ministerio de caridad en favor de esta clase inocente, abyecta y miserable.” Los indígenas del Abya Yala, son la clase inocente, abyecta y miserable que, dos siglos después, y por las paradojas del liberalismo: “ aman al país; se sienten parte de él”.
Esta estrategia de colonizar el Ser en cuanto Ser de las Alteridades Radicales y desaparecerlos de todo horizonte ontológico, puede ser denominada como invisibilización ontológica. En la matriz epistemológica e incluso axiológica de la modernidad subyacen todas las condiciones de posibilidad que definen y procesan esa invisibilización ontológica del Otro. Esas condiciones de posibilidad asumen varias formas, como por ejemplo:
La lógica de la desaparición: El Otro no existe.
La deontología de la violencia radical moderna: El Otro no debe existir
La lógica de la asimilación: El Otro, para Ser, debe ser incluido
La lógica de la indiferenciación: El Yo siempre es un Otro
La lógica del olvido: El Otro aún no es
La lógica de la ausencia: El Otro nunca será
La lógica de la distancia insalvable: El Otro nunca ha sido
La lógica de la desgracia ontológica: El Otro debe ser protegido de sí mismo
La invisibilización ontológica es un proceso violento y sin remisión posible. Los pueblos indígenas del Abya Yala, han sufrido y aún sufren en carne propia todas estas dinámicas de la invisibilización ontológica: han sido objeto del exterminio sistemático y el genocidio (no deben existir); han sido parte de una sistemática estrategia de negación y su memoria e historia han sido permanentemente escamoteadas (no existen, nunca han existido); han formado parte de las estrategias de inclusión y sometimiento de las políticas indigenistas de sus Estados o de la cooperación internacional (deben ser incluidos); han sido la materia prima de las políticas de modernización, desarrollo, inclusión, etc. (aún no son pero algún momento llegarán a Ser); han sido considerados como permanentes menores de edad (deben ser protegidos de sí mismos), etc.
Como en el Ministerio de la Verdad de la distopía de Orwell y que se encargaba de reescribir la historia para concordarla con el poder, la memoria histórica de los pueblos del Abya Yala ha sido sistemáticamente saqueada, destruida, olvidada, negada, preterida. En el Ecuador, el gobierno progresista de Alianza País eliminó la educación intercultural bilingüe y emitió un decreto ejecutivo para entregar los territorios amazónicos de los pueblos y naciones indígenas que los habitan a la labor misionera y evangélica de la iglesia católica.
Una de las figuras centrales de esta invisibilización ontológica ha sido aquella del Estado-nación moderno y liberal. Es desde el Estado-nación moderno que se procesan esas lógicas de la desaparición e invisibilización ontológica a las diferencias radicales. Al contrario de la teoría liberal que ve en el Estado la racionalidad individual de la contractualidad y el espacio de la libertado individual y la maximización del beneficio personal, la teoría y crítica de la plurinacionalidad del Estado propuesta desde los movimientos indígenas, obliga a visualizarlo como una forma de dominación política que procesa no solo las diferencias de clase, sino que garantiza la colonialidad del poder, la diferencia colonial, las geopolíticas del conocimiento y las lógicas de la invisibilización ontológicas de las diferencias radicales. Son justamente estos procesos los que no son advertidos en los textos de Ayala Mora y León Trujillo.
La teoría decolonial, la filosofía de la liberación y los propios movimientos indígenas han puesto en relieve los discursos de poder que colonizan al Otro y lo despojan de su ontología. Por ello, una de las primeras formas de resistencia es, como lo diría John Holloway, el grito, porque ese grito representa el “existo”, el “soy”, el Ser que es negado por la colonialidad del poder y la diferencia colonial, y que reclama, desde el grito, la existencia y el reconocimiento de esa existencia.
Quizá el concepto de Estado plurinacional pueda ser asumido como parte de ese grito, de esa disonancia que viene, precisamente, de la noche-del-mundo. De esa noche que es la memoria ancestral que resiste al olvido intencional. El Estado plurinacional es la grieta en la hegemonía liberal del Estado-nación. Oponer la plurinacionalidad del Estado con la interculturalidad de la sociedad equivale a operar al interior de la lógica colonial y violenta de la matriz moderna, y negar la capacidad del movimiento indígena de crear su propia ontología política. Equivale a clausurar uno de los procesos históricos más ricos, extraordinarios y emancipatorios del continente y también del mundo, porque la interculturalidad es el espacio ontológico desde el cual el Otro puede construirse ontológicamente. Asimismo, inscribir la plurinacionalidad del Estado al interior de la trama liberal de la política y de su visión instrumental y estratégica de los territorios equivale a eliminar todo potencial emancipatorio del movimiento indígena como sujeto histórico y social.
Los problemas que subsisten en Ecuador y Bolivia, los primeros países del mundo en reconocerse como Estados plurinacionales, no dan cuenta de las carencias que tendría la plurinacionalidad como horizonte emancipatorio sino del formato en el que están inscritos: aquel del liberalismo y su propuesta de contractualidad individual y estratégica.
El Estado plurinacional como propuesta del movimiento indígena, no quiere ni nunca ha sido su pretensión, el crear un estatuto de autonomía o libre determinación para los pueblos indígenas en un contexto de colonialidad y violencia social. Mientras exista ese contexto de violencia y que es inherente tanto a la modernidad cuanto al capitalismo, la plurinacionalidad es un horizonte de visibilidad para la emancipación.
En ese sentido, una evaluación de la plurinacionalidad del Estado, luego de su incorporación a los textos constitucionales de Ecuador y Bolivia no parte desde el lado indígena de la ecuación ni tampoco de su lado liberal, sino de su integralidad y su dialéctica. Tanto en Ecuador como en Bolivia, la declaratoria de plurinacionalidad del Estado no ha frenado las derivas depredadoras de la acumulación del capital y sus dinámicas extractivistas; más bien ha sido utilizado en contra de la capacidad de movilización y resistencia de los pueblos indígenas y de la organizaciones sociales. Parece una paradoja que la declaratoria de plurinacionalidad del Estado permita una mayor criminalización a los pueblos indígenas por defender precisamente aquello que define la plurinacionalidad: los territorios, sus recursos y sus modos de vida. Empero, el problema real no está en la plurinacionalidad sino en el formato que la cobija: el Estado liberal y el sustrato de realidad que lo determina: los procesos de acumulación del capital.
Quizá sea conveniente establecer un paralelismo histórico con la conformación de la burguesía. Cuando la burguesía propuso la ciudadanía política para refundar al Estado monárquico y feudal, se dio cuenta que esa propuesta de libertad individual y de igualdad jurídica era imposible de conjugarse con los Estados monárquicos y autoritarios. El Estado feudal era un límite histórico para el Estado liberal que la burguesía proponía. El concepto de libertad individual chocaba con la estructura feudal del poder. La burguesía necesitaba tanto de una economía política de la mercancía cuanto de una economía política de la libertad individual. Quizá a su pesar, pero la burguesía tuvo que adquirir una contextura revolucionaria para abrir el espacio social a sus propias prerrogativas y reinventarse el mundo. Ahora, en cambio, estamos llegando al límite del Estado liberal. Las categorías de plurinacionalidad del Estado y de interculturalidad evidencia esos límites.
El problema de fondo y aquello que debe ser criticado es, precisamente, el formato liberal del Estado, de la política y de la sociedad en el contexto de una acumulación del capital signada por la preeminencia del capital financiero. Quizá la conclusión más importante que puede realizarse luego de la declaratoria de plurinacionalidad del Estado en Ecuador y en Bolivia es que ese concepto, al parecer, resulta incompatible con el formato liberal de la política y la acumulación capitalista.
Si en algún momento se pensó que los derechos colectivos de alguna manera constituían una garantía y una posibilidad de defensa de los territorios y de la vida de los pueblos y naciones del Abya Yala amenazados por el capitalismo y la modernidad, los nuevos procesos políticos de Ecuador y Bolivia no solo dan cuenta de que la acumulación del capital es despiadada con todo aquello que se le opone y hace de la teoría de los derechos un simulacro del poder, sino que esa teoría que fundamenta al poder moderno desde el interés general, los derechos humanos, la libertad individual, forma también parte de ese simulacro. En consecuencia, es necesario pensar en otro formato para la política, para el Estado y, por supuesto, para la economía; un formato que rebase radicalmente al liberalismo.
Los impasses de la plurinacionalidad del Estado radican, en consecuencia, en el formato liberal-capitalista de la historia. Quizá sea momento de empezar a salir de forma radical del esquema liberal de la política y sus conceptos de democracia representativa, de reglas de la mayoría, de ciudadanías, de agentes representativos, etc., por conceptos que enriquezcan a la democracia y a la política desde otras perspectivas. Quizá sea momento de detener la deriva depredadora de la acumulación del capital y los simulacros del liberalismo y hacer una apuesta por la vida, tal como fue, en sus orígenes, la propuesta emancipatoria de la liberación del trabajo y de la explotación.
Walter Benjamin decía que la utopía debe servirnos para iluminar aquello que debemos destruir. La plurinacionalidad del Estado es esa utopía que permite comprender la violencia intrínseca del Estado-Nación, de la acumulación capitalista y de sus discursos legitimantes, en la ocurrencia, el liberalismo político, jurídico y económico.

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O plebiscito do Chile: alguma lição para o Brasil? (em esp.)

Asamblea Constituyente, Fin del binominal, Derechos Fundamentales...



1° Asamblea Constituyente. La idea central del presente Plebiscito consiste en que se fijen las ideas fuerzas en torno a las cuales se convocará la Asamblea Constituyente e integrarán en definitiva la nueva Constitución. Los representantes a la Asamblea Constituyente se elegirán sobre una base social y territorial, es decir todas las regiones de Chile serán representadas. Dicha Asamblea elaborará en menos de 6 meses un proyecto de Constitución el cual se someterá a plebiscito. Si es aceptado por el voto popular, la nueva Constitución entrará inmediatamente en vigor. Si es rechazado, se elije una nueva Asamblea Constituyente que debe elaborar un nuevo proyecto constitucional. Se determinará así el sistema electoral que regirá, el reconocimiento constitucional de los Pueblos Originarios, los derechos fundamentales de los ciudadanos, el Plebiscito, el Referéndum revocatorio; la Iniciativa popular de leyes; la Consulta ciudadana es decir, desde la base. Pensamos en una Constitución de Principios, 10 o 20 principios fundamentales todos los cuales serán reglamentados por Leyes de quórum simple, es decir sin los cerrojos que caracterizaron a la Constitución de la dictadura. Sin embargo, será la Asamblea Constituyente la que se pronunciará en definitiva si desea una Constitución de Principios o bien un texto tradicional extenso y detallado tanto en los principios como en los procedimientos.

2° Fin del binominal y significado de un sistema proporcional. El binominal es antidemocrático y representa el empate de la clase política donde se consagra el veto de las minorías y la más absoluta ingobernabilidad con un balance negativo para resolver los problemas de la ciudadanía. El sistema proporcional significa que los partidos políticos e independientes, estarán representados en los órganos legislativos o en los concejos municipales según la importancia de la votación obtenida. Por ejemplo, si un partido obtiene 30% de los votos deberá obtener el 30% de los escaños; si un partido obtiene 10% tendrá 10% de los escaños parlamentarios.

3° Reconocimiento constitucional de los Pueblos Originarios. El Convenio N° 169 de la Organización Internacional del Trabajo [ONU] establece el derecho de los pueblos originarios de gozar plenamente de los derechos humanos y libertades fundamentales, sin obstáculos ni discriminación. El Convenio exige que los pueblos indígenas y tribales sean consultados en relación con los temas que los afectan. Esto se relaciona a materias de gobierno y participación en la vida pública. Minorías sexuales u otras serán garantizadas por la Constitución.

4° Derechos Fundamentales integralmente garantizados por el Estado. La Educación, la Salud, la Vivienda, las Pensiones, y el Derecho al Trabajo constituyen Bienes Públicos garantizados por la Constitución. La garantía al trabajo es parte de un sistema que excluye la idea que el mercado es el único parámetro de asignación de empleos y remuneraciones. Se plantea una educación pública gratuita y de excelencia. Se eliminará el sistema municipalizado, así como el sistema de copago. Los financiamientos se obtendrán de los recursos del Cobre y de una Reforma Tributaria fundamental. En conjunto con las universidades estatales se estudiarán estrategias y programas de formación para el profesorado. Los profesores gozarán de remuneraciones acordes con su alta función. Se creará un Fondo Nacional Solidario de la educación. El Ministerio de Educación recuperará su rol histórico así como la Superintendencia de Educación. Como siempre ha sido en la historia de Chile la educación privada está garantizada por la Constitución. Se financia con fondos privados.

Salud, Vivienda y Pensiones dignas. Fin de las ISAPRES y de las AFP. Se establecerá un sistema de Pensiones Solidarias, esto es se consagrará el sistema del reparto con contribución del trabajador, patronal y gobierno. Se eliminará el sistema de capitalización. Todos los ciudadanos, trabajadores de Chile se regirán por el régimen general de pensiones establecido por ley. El sector salud se entiende como un sector unificado, financiado a través de un Fondo Complementario Solidario. Sin una significativa redistribución de ingresos no podrá realizarse el área social solidaria de la salud, principio básico de la salud pública. Esta área debería regirse por un “foco de integración”, esto es “el paciente y su mejoría”. Las prestaciones comerciales y abusivas quedan fuera pues no corresponden a una respuesta honesta al paciente. Se entiende como “norma sanitaria”, el criterio de la oferta de salud. El financiamiento necesario para llevar a cabo las prestaciones necesarias, deja de ser un problema de mercado, para transformarse en una solución integrada dentro de un Área Social Solidaria.

Los recursos naturales de nuestra Nación son Bienes Públicos. Se derogará por inconstitucional la Ley Orgánica Constitucional de Concesiones Mineras [LOCCM, 18097] que establece la llamada concesión plena donde el dominio del Estado de los recursos mineros pasa como dominio civil a las transnacionales que en más de 70% explotan el cobre en Chile. De esa manera adquirirá plena vigencia, sin discusiones ni interpretaciones abusivas, la garantía constitucional por la cual el Estado tiene el dominio absoluto, exclusivo, inalienable e imprescriptible de todas las minas…También son Bienes Públicos, el agua, nuestro Océano y el medio ambiente. El Estado podrá entregar concesiones sobre los recursos naturales en sociedades mixtas en que el Estado siempre será mayoritario, podrá también entregar en forma operativa o administrativa la explotación de los recursos naturales exclusivamente para el Estado, siempre que sea acordado por una ley.

5° Plebiscito y Referéndum Nacional. ¿Qué es el plebiscito? El Presidente de la República consultará a la ciudadanía mediante un Plebiscito en temas cruciales para la República y la tradición democrática de esta. Asimismo podrá llamar a Plebiscito para resolver diferendos en materia de ley entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo. El Congreso Nacional podrá llamar a Plebiscito con la mayoría absoluta de ambas cámaras en ejercicio. ¿Qué es el referéndum? Los ciudadanos, ejercitarán su derecho a Referéndum para presentar proyectos de Ley o consultar a la ciudadanía sobre temas de interés Nacional [por ejemplo, Reformas a la Constitución] o Regional mediante un número determinado de firmas o con el acuerdo de a lo menos 30 municipios. La Asamblea Constituyente se pronunciará acerca del número de ciudadanos requeridos para la presentación de dichos proyectos.

6° Referéndum Revocatorio. Cualquier ciudadano elegido por representación popular deberá someterse en la mitad de su periodo a Referéndum cuando la ciudadanía estime que no ha cumplido con el programa prometido y podrá ser revocado el mandato popular recibido. Podrán ser sometidos a este referéndum, el Presidente de la República, los Parlamentarios, los Alcaldes y Concejales. Será también el caso de los Jueces que en ejercicio de sus competencias dicten resoluciones arbitrarias y abusivas a sabiendas que las resoluciones dictadas son injustas.

Usted puede votar en el siguiente sitio:
http://www.e-encuesta.com/answer?testId=OTLC4cPbDz8=
Nota: Una persona sólo puede votar una vez.

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